Siempre he sido fan de aquellas personas que ilustran de manera digital, ya que la manera en la que transmiten esa pasión es totalmente diferente a la que se presenta de manera de manera física. Es por eso que me di a la tarea de buscar a uno de los mejores ilustradores de España que está rompiendo esquemas y sobre todo abre la conversación de temas que en la actualidad siguen siendo tabúes. Él es Ram Sajnani Gil, ilustrador digital basado en Sevilla y un gran amigo mío.
AV: Bienvenido Ram, cuéntanos… ¿Cómo fueron tus inicios en la ilustración digital?
RS: Llevo dibujando desde que tengo uso de razón y lo sigo haciendo de forma automática, es mi forma de expresión. Siempre me ha encantado utilizar varias técnicas experimentar haciendo mezclas, sobre todo las que me permiten ser muy preciso dibujando como lápices de grafito o rotrings.
El mundo de las herramientas digitales está constantemente evolucionando y me gusta estar al tanto de ello porque me permite seguir experimentando con distintas técnicas y acabados. Además, debido a los ritmos de trabajo y la periodicidad con la que hay que publicar en redes sociales las herramientas digitales me permiten trabajar de manera muy cómoda y conseguir los resultados que deseo en mi trabajo.
AV: ¿Cuánto tardas en elaborar una ilustración?
RS: El tiempo que tardo en elaborar un proyecto depende de muchos factores. Depende también del tipo que ilustración que haga y la finalidad que tenga ese proyecto. Cuando hago una ilustración por gusto es más rápido porque se lo que quiero expresar. Sin embargo, cuando es un encargo tengo que estar muy despierto para captar todas las ideas que me comunica el cliente y así poderlas trabajar. Hay que tener en cuenta que en muchos de los casos los clientes piden modificaciones y hay que volver a trabajar la pieza hasta conseguir el resultado deseado por ambas partes.
AV: ¿Cuál fue el motivo de elección del sobrenombre de “El Niño Maravilla”?
RS: Vivimos en un mundo en el que ser uno mismo está ligado con ser valiente y esto no debería ser así. Como muchas otras niñas y niños, me sentí reprimido durante mi infancia, tuvieron que pasar muchos años para entender que debía liberarme y empezar a ser yo mismo para ser feliz. El nombre de “el niño maravilla” representa el “yo” de verdad, el que es libre, feliz y brilla con luz propia.
AV: ¿Qué inspira a Ram en su vida diaria?
RS: Encuentro inspiración en todo lo que me rodea, me gusta ver como la humanidad ha sido capaz de construir un lenguaje de símbolos a partir de su interpretación de los elementos que forman parte de la naturaleza. Estoy constantemente informándome sobre el simbolismo que existe en las distintas culturas y en sus elementos, formas, animales, plantas, colores, etc. Me apasiona ver como se traduce todo esto a la cultura pop o al movimiento kawaii. Utilizo este imaginario junto a mi paleta de colores pastel para crear los universos oníricos de mis ilustraciones y también, a mis personajes. Estos hablan sobre la diversidad, el derecho de las personas a ser libres y ser ellxs mismxs.
AV: Si pudieras resumir en una frase todo lo que has logrado hasta ahora ¿cuál sería?
RS: Estoy muy agradecido conmigo por luchar para conseguir mis sueños, pero soy muy ambicioso y tengo demasiados, así que la frase que elijo es: “Gracias Ram, pero quiero más”, agrega entre risas.
AV: ¿Te han planteado comentarios homofóbicos por los personajes que son plasmados en cada ilustración?
RS: Entiendo que el arte, como a las demás profesiones debe tratarse con respeto y también a las personas que se dedican a ello. Soy afortunado porque nunca me han ofendido por dedicarme al arte ni tampoco por tratar la temática LGBT+ en mis ilustraciones. Si me hicieran comentarios homofóbicos pediría respeto, haciendo entender a la otra persona que todos tenemos derecho a expresarnos libremente mientras no se dañe a nadie.
AV: ¿Qué le dirías al Ram de tu infancia si lo tuvieras enfrente por unos cuantos minutos?
RS: Si tuviera al Ram del pasado enfrente, lo abrazaría y le diría que lo está haciendo muy bien y que, aunque tropiece mil veces, va por el camino correcto. También, soy muy exigente, así que le diría que no se machaque tanto y se tomara las cosas de una manera más tranquila, disfrutando más de las pequeñas cosas.