La mayoría de las startups están creando espacios de trabajo seguros, con mentes diversas, creativas e inclusivas; apostando por el bienestar emocional y la flexibilidad laboral.
Han pasado poco más de dos años desde que la pandemia comenzó y todo indicaba que a la mayoría de las compañías les había quedado claro que sí se puede trabajar desde casa, e incluso, que las personas pueden ser más productivas; que la salud mental es fundamental para que el talento humano puede desempeñarse mejor; que las vacaciones y el descanso son primordiales; que el equilibrio entre la vida personal y profesional es indispensable; y, que una buena cultura laboral puede ser más relevante que el dinero.
Parecía que durante este tiempo las empresas habían aprendido varias lecciones y acabado con viejos tabúes y malas prácticas en el trabajo, sin embargo, todo indica que fue un sueño, pues conforme todo va regresando a la “normalidad”, la realidad es otra. Solo basta ver las calles saturadas de autos que pasan horas en el tráfico para llegar a la oficina, y el mismo caso en el transporte público, y ni qué decir de las personas estresadas por no cumplir la cuota de puntualidad que les asignan los corporativos.
Debido a estos factores, cada vez se hace más presente la tendencia llamada “la gran renuncia”, que como su nombre indica, se trata de la renuncia de miles de personas a sus trabajos en los últimos meses, esto como resultado de que cientos de empresas han hecho que los colaboradores dejen el trabajo remoto, y sobre todo, que los han hecho volver a las oficinas en las mismas condiciones que tenían previo a la pandemia, de acuerdo a una investigación realizada por Microsoft.
Si a lo anterior, sumamos que gran porcentaje de los trabajadores actuales pertenecen a los Millennials y Generación Z, y que para el 2030 se espera que sean 75% de la fuerza laboral en el país, según ManpowerGroup México, esta rotación masiva de trabajadores que están inconformes con condiciones laborales poco flexibles y empáticas, es solo el inicio de un movimiento que tomará mayor fuerza en los próximos años.
De acuerdo con Sergio Jiménez Amozurrutia, emprendedor, CEO y Cofundador de Flink, si bien, el crecimiento de las startups en México y Latinoamérica ha sido consecuencia de la innovación en productos y servicios disruptivos afines a las personas, también se ha dado en gran medida porque cuentan con equipos de trabajos estables y felices, ya que el talento es fundamental para que una empresa crezca.
A diferencia de las compañías tradicionales, las startups estamos cambiando el esquema laboral, borrando jerarquías, teniendo comunicación abierta, mostrando mayor empatía, sentido humano, flexibilidad, creando equipos de trabajos diversos e incentivando el balance entre la vida personal y laboral.
Sergio Jiménez Amozurrutia, CEO y Cofundador de Flink
Entre las conclusiones de una investigación que realizó Deloitte, las personas esperan una empresa que sea flexible, que acepte la diversidad y que permita tener libertad creativa y de expresión, además de generar un impacto positivo en el ambiente y en la sociedad. En este sentido, las startups se han convertido en el trabajo de ensueño que tanto desean las personas, comenzando con los más jóvenes, pues tomando en cuenta que la gran mayoría de ellas surgieron bajo la filosofía de crear un espacio de trabajo seguro, conformado por mentes diversas, creativas e inclusivas, donde se promueve el desarrollo personal, el bienestar emocional y la flexibilidad laboral, empatan con el ideal que buscan los Millennials y la Generación Z.