El piloto de Ferrari cometió un fallo letal que le impidió sumar ningún punto en un campeonato que cada día tiene más color azul y donde Verstappen no yerra.
La velocidad de Charles Leclerc está fuera de toda duda. Ya desde su primera carrera con Ferrari fue capaz de poner en apuros a un Sebastian Vettel, al que desplazó como primera elección de los de Maranello y más tarde directamente de Ferrari. Pero como en tantos pilotos que han tenido muy buena pinta durante diferentes momentos de su carrera deportiva, quedaba comprobar de qué son capaces, en el momento de la verdad, de jugarse los títulos.
01.Inmadurez comprensible
Y ahí Charles está haciendo aguas. Realmente entra dentro de la lógica que un piloto de 24 años no sea perfecto y cometa una serie de fallos que recordará en el futuro con gran vergüenza. El problema viene cuando el de enfrente no los está cometiendo, y eso es precisamente lo que está condenando a Leclerc en su lucha contra Max Verstappen.
Con tres abandonos en su casillero, Barcelona, Bakú y este de Paul Ricard, Leclerc apenas suma siete puntos más que Sergio Pérez, que cuenta con el mismo número de abandonos, lo que no es más que reflejo de que, tal y como vaticinó Binotto, Ferrari no está para ganar el título en estos momentos. Cierto es que son retiradas especialmente dolorosas, pues la de Barcelona llegó liderando con comodidad y la de Bakú en lo que seguro hubiera sido una bonita lucha contra Red Bull, pero a la hora de sumar, la diferencia es esa, siete puntos con Pérez.
Leclerc ha tenido dos errores claros y manifiestos esta temporada. El primero de ellos llegó en Imola, en la cuarta carrera del campeonato. Tras dos triunfos y un segundo puesto, no importó en exceso, pues tras tocar muro en una caza contra Verstappen, logró recomponerse y cruzar meta en sexta posición. Pero era un aviso. Cuidado, porque tu rival no falla. O peor, cuando falla, como le ocurrió en el Gran Premio de España, logra recomponerse hasta llevarse el triunfo.
Charles se repitió incesantemente que algo así no podía volver a sucederle. Por el camino han ocurrido cosas que podría haber mejorado, pero no errores directamente achacables a él sino más bien al muro de Ferrari. Puntos que se van y que desde luego no ayudan a alcanzar una paz mental. Y entonces, Francia. Lo que en tenis se cataloga como un error no forzado. Leclerc lideraba, Verstappen intentaba atacar pero no le alcanzaba. Acusado de desgaste de neumáticos, Red Bull adelanta su parada para intentar ganar la posición por estrategia. Rodando en solitario, Leclerc incrementa el ritmo para neutralizar cualquier posibilidad de su rival. Y acabó en el muro.
02. Más cerca de Pérez que de Verstappen
Precipitación. Arriesgar en una de esas pocas curvas de Paul Ricard que no admite fallo y un cero en el casillero en una nueva carrera donde Ferrari parecía más fuerte y con un mejor tratamiento de las gomas en el que en el peor de los casos, habría sido segundo.
Una victoria para Sainz, otra para Pérez, tres para Charles Leclerc, y siete para Verstappen. La diferencia en el campeonato ya se va a los 63 puntos, y aunque es osado darle el título al de Red Bull, pocos tienen la confianza en un giro de guion porque a diferencia de Ferrari, Max, de la misma edad que Leclerc, aparenta ser infalible desde hace varias temporadas.