El éxito de las colaboraciones de IA en Twitter anticipa la llegada de la nueva tecnología al sector, o quizá no.
La tecnología de inteligencia artificial ha ganado popularidad en los últimos meses debido a su capacidad ilimitada en la generación de contenido. Desde autorretratos generados por IA hasta generadores de imágenes y arte, estos programas están ganando mercado. En 2018, la industria de la moda ya estimó el valor global de la IA en $270 millones, y se espera que alcance los $4,400 millones en 2027. Recientemente, hemos visto una gran cantidad de arte generado por IA en nuestros feeds, incluyendo editoriales de moda, tendencias y colaboraciones de moda generadas por IA.
Recientemente, ha habido casos de colaboraciones de moda generadas por IA que se han vuelto virales por su calidad y credibilidad, como la colaboración Simone Rocha x Nike AI. También ha habido casos de artistas de inteligencia artificial imaginando cómo serían las zapatillas de Tiffany en colaboración con Nike, lo que generó una expectativa alta entre los consumidores. Estos casos plantean preguntas éticas y prácticas sobre si las imágenes generadas por IA pueden crear expectativas poco realistas, si los diseñadores deberían buscar inspiración en la IA, y hasta qué punto es ético que los diseñadores trabajen con la IA.
La industria de la moda está interesada en la tecnología de inteligencia artificial porque ofrece oportunidades de desarrollo de mercado y tiene varios argumentos a favor, como la accesibilidad y la ayuda a los diseñadores en el proceso creativo. Sin embargo, los programas de IA actuales no son una amenaza para reemplazar el trabajo humano. Aunque la IA tiene ventajas, hay preocupaciones sobre cuestiones de derechos de autor, originalidad y autenticidad.
Aunque la moda es una industria en constante evolución, también está fuertemente arraigada en la tradición. Las historias de Issey Miyake creando su primer traje sin costuras, o Alexander McQueen confeccionando algunas de sus grandes colecciones desde cero e inspirándose en gente corriente, son algunos de los mayores tesoros de la industria. Hay un gran valor en la originalidad y en tener la capacidad de crear un mundo entero a partir de la nada. La tecnología de IA representa lo contrario: para muchos es un atajo a la creatividad. Lo que nos obliga a reflexionar: ¿el auge y la existencia de la tecnología de IA en la moda devalúa los métodos tradicionales de diseño?
El uso de la inteligencia artificial en la moda presenta desafíos y preguntas en torno a la creatividad, la originalidad y la ética. Mientras algunos argumentan que la IA puede impulsar la creatividad y hacer que el diseño sea más accesible, otros temen que las imágenes generadas artificialmente creen expectativas poco realistas en los consumidores.
