¿Qué pasa cuando una de las casas de moda más prestigiosas del mundo decide contar historias a través de la ropa?
El resultado es una colección que desafía los límites de la sastrería, la elegancia y la individualidad. Así es la propuesta de Valentino para la primavera verano 2024, que se presentó en Milán bajo el título «The Narratives».
Como crítico de moda juvenil, me llamó la atención el modo de escritura fresco, rebelde y un tanto rebelde que utilizó el director creativo Pierpaolo Piccioli para comunicar su visión. En lugar de seguir las tendencias o las reglas establecidas, Piccioli optó por crear su propio lenguaje, basado en el contraste, la experimentación y la emoción.
La colección se inspiró en la literatura y el arte, y utilizó la flor de amapola como símbolo recurrente de crecimiento, transformación y belleza. Las amapolas aparecieron en estampados, bordados y apliques, aportando color y movimiento a las prendas. El rojo, el naranja, el rosa y el blanco se combinaron con tonos neutros como el negro, el gris y el beige, creando una paleta cromática vibrante y armoniosa.
La sastrería fue el elemento clave de la colección, pero reinterpretada con un toque joven y desenfadado. Las chaquetas y los abrigos se llevaron con pantalones cortos, se suavizaron y se hicieron más informales, añadiendo una nota de energía y libertad. Los tejidos fueron ligeros y fluidos, como el algodón, el denim o el cuero. La camisa blanca fue la base de muchos looks, pero con detalles originales como mangas extralargas, flecos o bolsillos.
El desfile tuvo lugar en la Universidad de Milán, un escenario que reflejó el espíritu educativo y artístico de la colección. El público estuvo formado por estudiantes y personas invitadas, lo que demostró el interés de Valentino por acercarse a las nuevas generaciones. La música en vivo del cantautor d4vd acompañó el desfile con una banda sonora suave y conmovedora.