Helmut Lang es una marca que ha marcado un antes y un después en la historia de la moda. El diseñador austríaco, que fundó su firma homónima en 1986, fue uno de los pioneros del minimalismo, la sastrería deconstruida, el streetwear y la mezcla de géneros. Sus diseños, que combinaban la elegancia con la rebeldía, influenciaron a toda una generación de creadores y se convirtieron en iconos de la cultura pop.
Sin embargo, desde que Lang abandonó su marca en 2004, tras venderla al grupo Prada, la firma ha perdido su brillo y su relevancia. Después de varios cambios de dirección creativa, proyectos efímeros y reediciones de piezas del archivo, la marca necesitaba un nuevo impulso que le devolviera su esencia y su prestigio.
Ese impulso ha llegado de la mano de Peter Do, uno de los nuevos talentos más prometedores de la moda estadounidense. Do, que ganó el premio LVMH en 2019, se ha hecho un nombre por su sastrería innovadora, sus siluetas arquitectónicas y sus detalles inesperados. Su estilo se inspira en el legado de Helmut Lang, pero también en su propia historia como diseñador queer de origen vietnamita.
Do presentó su primera colección para Helmut Lang en un espacio minimalista e industrial, donde se proyectaban fragmentos de un poema del escritor vietnamita-estadounidense Ocean Vuong, que hablaba sobre el sueño americano, la familia y la identidad. El poema también se escuchaba en la banda sonora del desfile, que abría con un look impactante: un traje gris con un cinturón de seguridad magenta que cruzaba el cuerpo de la modelo, que llevaba un libro de Vuong en la mano.
El look era una declaración de intenciones y un homenaje al legado de Helmut Lang, que revolucionó la sastrería y el minimalismo en los años 90. Do jugó con referencias del archivo de la marca, como los tanques recortados, las faldas de burbujas y el denim índigo, pero también incorporó elementos de su propia historia como diseñador queer de origen vietnamita. Así, vimos toques de color, bordados florales y siluetas fluidas que contrastaban con la rigidez de los trajes.
La colección fue una muestra de respeto y personalidad, de tradición y modernidad, de referencialidad y originalidad. Do demostró que tiene el talento y la sensibilidad para reinterpretar el ADN de Helmut Lang y hacerlo relevante para el público actual. Su propuesta fue una invitación a conocer su visión y a seguir su evolución en la marca.
La colección también tuvo una fuerte presencia en las redes sociales, donde se compartieron imágenes del desfile y detalles curiosos. Por ejemplo, se supo que la marca había decorado algunos taxis con el logotipo de Helmut Lang (fue el primer diseñador en los años 90 en anunciarse en taxis), cuyas impresiones aparecieron en algunas prendas1. También se destacó el casting diverso e inclusivo del desfile, que contó con modelos de diferentes edades, razas y géneros.