La última colección de ropa masculina de Dior, presentada por el director artístico Kim Jones, es una oda al legendario bailarín de ballet y fotógrafo Rudolf Nureyev, que fue el tío de Jones y una fuente de inspiración para su creatividad. La colección combina la elegancia clásica de la sastrería de Dior con el glamour y la extravagancia de la alta costura masculina, creando looks que desafían las normas y celebran la individualidad.
Rudolf Nureyev fue uno de los bailarines de ballet más famosos y talentosos del siglo XX, conocido por su técnica excepcional, su carisma escénico y su espíritu rebelde. Nacido en la Unión Soviética, Nureyev desertó al Occidente en 1961, convirtiéndose en una estrella internacional y un icono de estilo. Su asociación con la primera bailarina Margot Fonteyn, que era cliente de alta costura de Dior, fue una de las más célebres de la historia del ballet. Nureyev también fue un apasionado de la fotografía, y capturó con su cámara momentos íntimos y artísticos de su vida y su carrera.
Kim Jones, el sobrino de Nureyev, quiso rendir homenaje a su tío y a su difunto padre, David, dedicándoles su colección de ropa masculina Dior Homme FW24. Jones se inspiró en las fotografías de Nureyev que tomó su otro tío, Colin Jones, que fue bailarín del Royal Ballet y luego fotoperiodista. Jones hizo un libro con estas imágenes, que se repartió en el desfile, y también se basó en un vestido de Dior de 1950 llamado Debussy, que pertenece al Museo de la Moda de Bath y que está ricamente bordado y con cuentas.
La colección de Jones es la primera que presenta la alta costura masculina de Dior, una categoría que eleva la ropa de hombre a un nivel de lujo y exclusividad sin precedentes. La alta costura masculina se caracteriza por el uso de materiales nobles, el trabajo artesanal y la personalización al gusto del cliente. Jones quiso mostrar la versatilidad y la innovación de esta propuesta, ofreciendo una variedad de looks que van desde la ropa de día hasta la de noche, con referencias a Nureyev y al ballet.
La ropa de día se compone de trajes ajustados, pantalones cortos y monos de pierna ancha, zapatos inspirados en bailarinas y turbantes anudados lateralmente, todo ello con guiños codificados a Nureyev. Los colores son sobrios y elegantes, predominando el negro, el gris y el azul marino. Los detalles como los botones asimétricos, las solapas de pico y los bolsillos de parche aportan un toque moderno y distintivo a la sastrería de Dior.
La ropa de noche es donde Jones despliega toda su creatividad y audacia, creando looks que son verdaderas obras de arte. El primer look es un kimono inspirado en Nureyev, hecho a mano en Kioto, que combina el rojo y el negro con motivos florales. A continuación, aparecen túnicas de cuentas opulentas, camisetas y tops de cocodrilo, que aportan textura y brillo a las siluetas. Dos looks estampados de toile de-jouy, adornados con plata, son una reinterpretación de un clásico de Dior, que se vuelve más sofisticado y masculino. Una capa festoneada y una camiseta sin mangas con una mochila a juego son un ejemplo de cómo Jones fusiona la alta costura con la cultura urbana. Debajo de un traje gris, un top burdeos transparente con escote de cuentas de rubíes es una muestra de la sensualidad y el atrevimiento que Jones quiere transmitir. Los diamantes de la colección de alta joyería de Dior se amontonan bajo un traje de mezclilla con cinturón, demostrando que la alta costura masculina no tiene límites ni reglas.
Jones explicó que había estado pensando en la relación entre la bailarina de ballet Margot Fonteyn y Monsieur Dior, y en cómo su pareja de baile más famosa, Nureyev, estaba entrelazada con su historia personal gracias a su tío, el fotógrafo Colin Jones. “La colección, o más bien las colecciones, tienen que ver con el contraste: los contrastes en la casa Dior en términos de prêt-à-porter y alta costura. Es la diferencia entre estar en el escenario y detrás del escenario; la vida de Nureyev teatral y en la realidad. Aquí se trata de un encuentro entre el estilo de la bailarina y el del archivo Dior”, dijo Jones.
El director artístico quiso crear un encuentro práctico y poético, de utilidad y fastuosidad, de la realidad del prêt-à-porter con la teatralidad de la alta costura. Todo llega a un punto de amalgama en la vida metafórica de un bailarín, tanto pública como privada: la de Nureyev. Por primera vez esta temporada, Jones presenta la alta costura masculina, presentada como una entidad separada junto con el prêt-à-porter, pero entrelazadas con él. Las colecciones exploran a través de la figura de Nureyev una idea de dos vidas vividas. Sin embargo, ambos se caracterizan por el rigor, la excelencia, la facilidad y la disciplina.
La sencillez de los años sesenta y setenta se utiliza en la sencillez de botonadura sencilla con pantalones suavemente acampanados en trajes realizados en tonos apagados de rica mezcla de lana. Aquí entran en juego el estilo de Nureyev y el de la bailarina practicante, una actitud que también se ve en monos y pantalones cortos de lana con cremallera, tejidos acanalados de segunda piel y prendas de abrigo con inflexiones de lona junto con suntuosas pieles.
Stars in Dior
La colección Dior invierno 2024-2025 se muestra en una presentación dirigida por Baillie Walsh con música del compositor Max Richter. Aquí, la música de Sergei Prokofiev ha sido especialmente “revisitada” por Richter para el espectáculo. Se presenta la danza de los caballeros, tomada del ballet Romeo y Julieta de Prokofiev, bailada por Nureyev y Fonteyn en Londres en 1965.
Todas las imágenes de esta publicación son propiedad de DIOR y han sido proporcionadas por la marca para fines informativos y promocionales. Se prohíbe su reproducción, modificación o distribución sin el consentimiento expreso de DIOR.