La moda, esa entidad escurridiza que constantemente se reinventa, a veces encuentra su fortaleza en la reinterpretación del pasado.
No se trata de nostalgia, sino de reconocer la trascendencia de ciertas piezas que han dejado su huella en la cultura, no solo por su diseño, sino por la energía de quienes las han llevado. adidas Originals, con su instinto innato para capturar la esencia de la calle, lo sabe bien, y en su última campaña nos recuerda la vigencia de tres iconos: Gazelle, Samba y Spezial.
Estas siluetas, nacidas en el ámbito deportivo, han trascendido la cancha y el estadio para convertirse en símbolos de expresión individual. Desde el dinamismo del fútbol hasta la fluidez del skateboarding, pasando por la subcultura musical y artística, Gazelle, Samba y Spezial se han adaptado a diversos escenarios, llevando consigo el inconfundible sello del Trifolio. No son simples zapatos, son lienzos en blanco sobre los que se han escrito historias de rebeldía, estilo y autenticidad.
La campaña, orquestada por el visionario Vincent Haycock, es un viaje a través del tiempo y el espacio. Carlisle Aikens, skater profesional y miembro del adidas Skate Team, se convierte en el hilo conductor, un nómada urbano que atraviesa un paisaje de individualidades, cada una portando con orgullo su par de Gazelle, Samba o Spezial. No hay uniformidad, sino una celebración de la diversidad y la autoexpresión, un recordatorio de que el estilo auténtico no se impone, se descubre.
Más allá de la estética impecable de la campaña, adidas Originals nos invita a ser parte de la narrativa. A través del espacio digital y el hashtag #Samba #Gazelle #Spezial, la marca busca que cada usuario comparta su propia interpretación de estas siluetas icónicas. Es una invitación a escribir un nuevo capítulo en la historia de estos clásicos, a demostrar que el verdadero legado no se construye en el pasado, sino en el presente.