En el vasto universo de la moda, donde las cámaras capturan más que imágenes congelan momentos, esculpen carreras y a veces, definen destinos, emerge la figura de Sami Jamaleddin. No es solo un rostro en la multitud de maniquíes que desfilan por las pasarelas internacionales; es un narrador visual, un artífice de sueños con una historia que trasciende las fronteras de la moda.
Jamaleddin, cuya carrera se extiende por más de una década, ha conquistado la cámara con la misma destreza con la que un escultor domina el mármol. Su viaje no comenzó con aspiraciones de reflectores o aplausos, sino con un llamado inesperado que lo llevó a posar para un diseñador de trajes y vestidos en su natal Venezuela. Aquel primer destello de luz sobre su figura marcó el inicio de una travesía que lo llevaría a modelar en metrópolis de la moda como Nueva York, Milán y, por supuesto, México.
Pero Sami no se conforma con ser solo el sujeto de una fotografía; su visión va más allá. Con una formación en ingeniería civil y una experiencia tan diversa como supervisor en una fábrica de embutidos, su perspectiva del modelaje es única. Es un rebelde en un mundo que a menudo favorece la popularidad efímera de los influencers sobre la pasión y el arte del modelaje profesional.
Sami Jamaleddin es un hombre de contrastes. Encontró su verdadera vocación frente a la lente, no detrás de los planos y cálculos. Su relato es el de un soñador pragmático, alguien que recolectó experiencias y habilidades en cada parada de su viaje, desde la ingeniería hasta la supervisión industrial, para finalmente rendirse ante la llamada de la moda.
En la ciudad de los rascacielos, Nueva York, Jamaleddin dio pasos firmes sobre las pasarelas de la Fashion Week, colaborando con marcas de renombre como Dolce & Gabbana. Sin embargo, su crítica al sistema actual es contundente: el modelaje se ha visto opacado por la influencia de las redes sociales, donde los seguidores pueden pesar más que la pasión y el talento.
Jamaleddin no solo critica; actúa. Con casi quince años de experiencia modelando, ahora busca dar un giro a su carrera, enfocándose en la fotografía. Su objetivo es claro: impulsar a los modelos, ayudarles a encontrar sus ángulos, esos que muchos fotógrafos pasan por alto, y promover el arte del modelaje sobre la mera influencia digital.