En el mundo del lujo, hay experiencias que van más allá de lo tangible, momentos en los que los sentidos se despliegan y cada detalle cobra vida.
Este es el caso de la colaboración entre Carolina y Arquiste, una fusión exquisita de alta cocina y perfumería que tiene lugar en uno de los destinos más exclusivos de México: Punta Mita. Aquí, en el corazón de un entorno paradisíaco, el lujo se redefine a través de una experiencia que involucra no solo el paladar, sino también el olfato, el tacto y la vista, en una celebración que quedará grabada en la memoria.
El lujo auténtico no reside en lo ostentoso, sino en la capacidad de transformar lo cotidiano en extraordinario. Esta es la premisa detrás de Carolina x Arquiste, una experiencia diseñada para envolver todos los sentidos en un delicado balance entre sabor y aroma. Cada plato servido en Carolina, el restaurante insignia del St. Regis Punta Mita, es más que una simple creación culinaria; es una narrativa sensorial que ha sido meticulosamente elaborada para transportar a los comensales a un viaje donde cada bocado y cada inhalación cuentan una historia.
La colaboración con Arquiste, la aclamada casa de fragancias liderada por Carlos Huber, aporta un nivel de sofisticación que va más allá del mero disfrute gastronómico. Inspiradas en la icónica fragancia Caroline’s Four Hundred, las creaciones del Chef Alejandro Euroza no solo exploran los sabores de la cocina mexicana contemporánea, sino que los elevan a una nueva dimensión, integrando aromas que evocan la elegancia y el esplendor de la alta sociedad neoyorquina del siglo XIX.
Es en la cuidadosa selección de ingredientes, la precisión en la ejecución de cada plato y la armonización perfecta con las fragancias de Arquiste donde se manifiesta la verdadera esencia de esta experiencia. Cada detalle, desde la presentación de los platillos hasta el ambiente en el que se disfrutan, ha sido diseñado para crear una atmósfera de exclusividad y sofisticación.
La esencia de Caroline’s Four Hundred—una fragancia que captura la opulencia de los bailes de la alta sociedad y los aromas de maderas exóticas y rosas—no solo complementa el menú, sino que lo transforma. Esta fragancia, inspirada en Caroline Astor, la matriarca del St. Regis, es una puerta de entrada a un mundo donde la historia y el lujo se entrelazan, permitiendo a los comensales sumergirse en una experiencia que trasciende el tiempo.
Carolina x Arquiste no es solo una cena; es un viaje multisensorial donde cada plato está diseñado para resonar con los aromas de la fragancia que lo acompaña, creando una sinergia perfecta entre la alta cocina y la perfumería de lujo. Desde el momento en que te sientas a la mesa, eres transportado a un mundo donde los detalles importan, donde cada elemento ha sido cuidadosamente considerado para ofrecer una experiencia que es tan rica en sensaciones como en significado.
El menú, compuesto por cuatro tiempos, es una obra de arte en sí misma. Cada platillo—desde el tiradito de Kampachi con coco hasta el mole de chocolate y tamarindo que acompaña al pato—ha sido creado no solo para deleitar el paladar, sino para contar una historia a través de los aromas que evocan. Estos platos, armonizados con la fragancia de Caroline’s Four Hundred, ofrecen una experiencia que es a la vez íntima y grandiosa, un testimonio de lo que se puede lograr cuando la alta cocina y la perfumería se unen en una celebración de los sentidos.
Hay experiencias que se disfrutan en el momento y se olvidan al día siguiente, y luego están aquellas que se quedan con nosotros, que se convierten en parte de nuestra historia personal. Carolina x Arquiste es una de estas experiencias. No es solo una comida o una cena especial; es un evento que se quedará grabado en tu memoria, una celebración del lujo en su forma más pura.
