El verano siempre ha sido una temporada cargada de contrastes: el calor abrasador se entrelaza con momentos de frescura inesperada, mientras que la simplicidad se adorna con toques de lujo sutil.
Este año, una tendencia inusual y provocadora ha marcado la pauta de la moda y la cultura: el “Brat Summer”. Un concepto inspirado en la audaz estética de Charli XCX, donde lo juvenil, irreverente y lúdico se mezcla con una elegancia inesperada, resonando fuertemente entre la Generación Z y los millennials que buscan romper con los moldes establecidos.
El “Brat Summer” no es solo una tendencia de moda; es una actitud que invita a vivir sin ataduras, abrazando nuestras imperfecciones y celebrando el presente. Es una oda al color, a la diversión y a la frescura, elementos que se reflejan no solo en la ropa que usamos o en la música que escuchamos, sino también en lo que bebemos. Así, los cócteles se convierten en un símbolo de esta temporada, especialmente aquellos que capturan la esencia del verano japonés con una mezcla de simplicidad y sofisticación.
Uno de los colores que ha definido este “Brat Summer” es el verde, un tono vibrante que ha inundado tanto las pasarelas como nuestras redes sociales. Este color no solo simboliza la frescura del verano, sino también una conexión con la naturaleza y con el presente, una llamada a disfrutar del aquí y del ahora. ¿Y qué mejor manera de despedir esta temporada que con cócteles que encapsulen esta esencia? Aquí es donde entran en juego el Roku Gin y el Toki Whisky, dos destilados que, combinados con el matcha, crean bebidas que son tan refrescantes como elegantes.
El Roku Matcha es un cóctel que encarna la filosofía japonesa del minimalismo, donde cada ingrediente tiene un propósito y nada es superfluo. La preparación comienza con la mezcla del polvo de té verde matcha con agua, creando una base suave y sin grumos que se complementa perfectamente con el Roku Gin. Este gin, con su perfil botánico y su elegancia sutil, se fusiona con el jarabe de azúcar moreno, añadiendo un toque de dulzura que equilibra el amargor natural del matcha.
Este cóctel es una oda a la serenidad y a la perfección imperfecta. Servido en un vaso previamente enfriado, el Roku Matcha invita a una pausa en medio del bullicio del verano, un momento para saborear los últimos días de sol con una bebida que es tanto refrescante como sofisticada.
Si el Roku Matcha es la encarnación de la simplicidad, el Toki Matcha Fashioned representa una versión moderna y sofisticada de un clásico. Inspirado en el Old Fashioned, este cóctel toma la tradición y la transforma, añadiendo matices japoneses que lo elevan a otro nivel. El Toki Whisky, conocido por su equilibrio y su carácter suave, es el protagonista de esta bebida, complementado por la dulzura del Plum Dew y el amargor sutil del Campari.
La verdadera innovación, sin embargo, viene en la forma del jarabe de matcha, que añade un toque de frescura y complejidad al cóctel. La hoja de shiso o la menta como guarnición no solo aportan un aroma refrescante, sino que también refuerzan la conexión con la naturaleza y la estación. El Toki Matcha Fashioned es una invitación a cerrar el verano con estilo, un brindis a la creatividad y a la audacia que han definido esta temporada.
El “Brat Summer” ha sido más que una simple moda; ha sido un llamado a desafiar las normas y a celebrar lo que nos hace únicos. Al despedirnos de esta temporada, lo hacemos con la certeza de que la irreverencia y el lujo pueden coexistir en armonía.
Estos cócteles no solo nos refrescan, sino que también nos recuerdan que la vida es demasiado corta para seguir reglas que no nos representan. Con cada sorbo, cerramos un capítulo marcado por la libertad, la creatividad y, sobre todo, la autenticidad.
El “Brat Summer” ha sido más que una simple moda; ha sido un llamado a desafiar las normas y a celebrar lo que nos hace únicos. Al despedirnos de esta temporada, lo hacemos con la certeza de que la irreverencia y el lujo pueden coexistir en armonía. Estos cócteles no solo nos refrescan, sino que también nos recuerdan que la vida es demasiado corta para seguir reglas que no nos representan. Con cada sorbo, cerramos un capítulo marcado por la libertad, la creatividad y, sobre todo, la autenticidad.
Que estos cócteles sirvan como el último brindis a un verano que nos ha enseñado a vivir sin miedo al qué dirán, a disfrutar del presente con toda su imperfección y a encontrar la belleza en lo inesperado. Así, con una copa en la mano, despedimos el “Brat Summer”, no con nostalgia, sino con la expectativa de lo que viene, listos para enfrentar la próxima temporada con la misma audacia y estilo.