En una industria musical saturada de nuevas tendencias y géneros emergentes, donde parece que todo ha sido explorado, hay artistas que logran destacarse no solo por su talento, sino por su autenticidad inquebrantable.
Bastte, un joven mexicano que comenzó su trayectoria musical desde una edad temprana, se ha posicionado como una de las voces más frescas y singulares de la escena musical en México. En un mundo donde muchos artistas caen en la tentación de las fórmulas comerciales, Bastte ha encontrado su propio camino, uno en el que fusiona géneros como el R&B, trap e IDM, creando un sonido inconfundible y lleno de personalidad.
“Comencé en la música cuando era muy joven”, compartió Bastte durante nuestra conversación. “Al principio, todo era muy experimental. Quería probar todo lo que encontraba interesante, pero con el tiempo fui encontrando mi sonido, uno que representara quién soy de verdad”. La música, para Bastte, no es solo un medio de expresión, sino una manera de conectar lo real con lo ficticio, una intersección de experiencias personales que se reflejan en cada una de sus letras. Esta autenticidad, que es tan apreciada por las nuevas generaciones, ha permitido que su música resuene con un público joven que busca algo más allá de lo convencional.
A lo largo de su carrera, Bastte ha superado los desafíos que conlleva ser un artista independiente en una industria altamente competitiva, y lo ha hecho manteniendo intacta su esencia. “Uno de los mayores retos ha sido mantenerme fiel a mí mismo en un entorno donde muchos artistas parecen seguir fórmulas preestablecidas”, comentó. En vez de ceder a las presiones externas, Bastte ha optado por una vía más honesta, ofreciendo música que conecta de manera genuina con sus oyentes.
Un claro ejemplo de su evolución artística es la experiencia que vivió en un estudio de grabación en Vietnam, una visita que marcó un punto de inflexión en su carrera. Fue allí donde Bastte no solo perfeccionó su estilo musical, sino que también encontró nuevas formas de explorar su creatividad. “Vietnam fue un punto crucial en mi carrera. El ambiente, la cultura y las personas con las que trabajé me permitieron ver la música desde otra perspectiva”, compartió el artista. Esta experiencia internacional le permitió expandir sus horizontes y encontrar una voz aún más madura y definida en su música.
Pero, ¿cómo logra un artista como Bastte mantenerse fiel a sí mismo en una era donde el éxito comercial parece estar ligado a seguir fórmulas preestablecidas? La respuesta es simple: autenticidad. En una conversación reciente, Bastte mencionó que su enfoque siempre ha sido mantenerse fiel a su visión artística, sin dejarse influenciar por las presiones externas. En lugar de recurrir a trucos comerciales, prefiere crear música que resuene con sus emociones y vivencias personales, permitiendo que sus seguidores conecten con él a un nivel mucho más profundo.
En sus canciones, Bastte aborda temas como el amor, la conexión emocional y las luchas internas, elementos que lo han ayudado a construir una base de seguidores leal y comprometida. “Mi música es como una ventana a mi vida, es una mezcla de lo real y lo ficticio. Me gusta jugar con esos elementos y ver cómo mis seguidores responden a ello”, explicó. Estos temas no solo hablan de su vida personal, sino también de las experiencias que muchos jóvenes pueden relacionar. En una industria que muchas veces promueve lo superficial, Bastte ofrece una perspectiva refrescante y vulnerable, que ha sido bien recibida por sus oyentes.
Con su mirada puesta en el futuro, Bastte tiene claros sus objetivos. Quiere dejar una huella imborrable en la industria musical, no solo en México, sino a nivel internacional. Su visión va más allá del éxito comercial; busca ser recordado como un artista que no solo creó música, sino que también inspiró a una nueva generación de músicos a seguir su camino sin perder de vista su autenticidad. “Quiero que mi música sea un legado, algo que inspire a otros artistas a ser fieles a sí mismos. Ese es mi mayor objetivo”, concluyó Bastte.
- Bastte fotografiado por Héctor Paris
- Grooming: Londono
- Producción: Alfredo Vázquez