El invierno siempre ha sido un escenario para la reinvención. Es la época en que la moda se envuelve en capas de historia, texturas y significados profundos, un lienzo para reinterpretar clásicos y experimentar con lo inesperado.
Este año, la Maison Fendi lleva esta tradición a un nuevo nivel con su colección Holiday de Invierno 2024, un homenaje a la dualidad que define tanto a la marca como a la estación: la perfecta combinación entre lo arquetípico y lo iconoclasta, la herencia y la subversión. Pero para entender esta colección, primero hay que adentrarse en lo que significa la moda en un contexto celebratorio y cómo puede ser un reflejo del tiempo y la identidad.
Desde sus inicios, la moda ha sido mucho más que indumentaria; es un lenguaje, un medio para contar historias y transmitir valores. Durante las fiestas invernales, este lenguaje se torna más cargado de significado, una mezcla de nostalgia y aspiraciones que encuentra expresión en textiles lujosos y detalles meticulosos. En este escenario, Fendi se posiciona como un narrador inigualable, entrelazando pasado y futuro a través de piezas que no solo se usan, sino que también cuentan historias. La colección Holiday de Invierno 2024 no es simplemente un despliegue de estilo; es un recordatorio de cómo la artesanía y la innovación pueden coexistir, elevando lo cotidiano a lo extraordinario.
La base de esta colección es la atención al detalle y la celebración de la herencia artesanal. Inspirada por el inminente centenario de Fendi en 2025, esta línea recupera técnicas tradicionales y las reinterpreta con un giro contemporáneo. Los accesorios son un ejemplo perfecto de esta filosofía. Bolsos icónicos como el Peekaboo Soft y el renacido By The Way Selleria adquieren nueva vida gracias a su construcción suave y acabados innovadores. Aquí, la utilidad no está reñida con el glamour; como explica Silvia Venturini Fendi, “parte de lo que hace icónico a un bolso es su utilidad”. Es un recordatorio de que el lujo también puede ser funcional.
Quizás el elemento más fascinante sea el uso del “Florentine paper croco”, una técnica artesanal que combina tradiciones de la China del siglo VIII con la maestría italiana en cuero. Cada pieza es única, una obra de arte tangible que celebra tanto la historia como la destreza manual de los artesanos de Fendi. Es este compromiso con la excelencia lo que transforma a los bolsos en algo más que un accesorio: se convierten en reliquias modernas.
En su colección masculina, Fendi explora el concepto de familia y comunidad a través del Fendi Tartan, un tejido desarrollado en colaboración con Prickly Thistle, una marca escocesa reconocida por su enfoque contemporáneo. Este tartán, registrado oficialmente en el Registro Escocés de Tartanes, incorpora numerología y colores simbólicos como el amarillo Fendi y el marrón tabaco. Los blazers, pantalones de vestir y chaquetas acolchadas son un testimonio de cómo la moda puede ser tanto un marcador de identidad como una declaración de estilo.
La ligereza también juega un papel crucial en esta colección. Desde sudaderas con motivos de comida rápida hasta abrigos de piel de borrego, cada pieza invita a una reinterpretación del lujo, una que combina la practicidad con el espíritu festivo. Como dice Venturini Fendi, “pienso en Fendi como un clan”, y esta colección captura ese sentido de pertenencia y camaradería.
Los detalles son el alma de esta colección. En los accesorios, el uso de metales brillantes, cristales y cuero trenzado a mano eleva piezas clásicas a nuevas alturas. Por otro lado, los zapatos ofrecen una mezcla de funcionalidad y estética, desde botas de nieve de borrego hasta elegantes slingbacks en cuero brillante. Cada elección de diseño está pensada para permitir que el usuario negocie tanto los terrenos físicos como los simbólicos de la temporada.
Sin embargo, la colección no solo se limita a prendas y accesorios. También incluye joyería reinterpretada como las piezas de la línea “F is Fendi”, donde perlas enjauladas aportan un dualismo entre clasicismo y modernidad. Es en estos detalles donde Fendi demuestra que la moda puede ser un puente entre generaciones y estéticas, ofreciendo algo para todos sin sacrificar su identidad.