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Dolce&Gabbana SS26: la revolución del descanso masculino comienza en la pasarela

Hay momentos en los que la moda deja de hablar en voz alta y comienza a susurrar con sutileza.

En una era donde el exceso ha perdido su brillo y la comodidad ha escalado posiciones en el podio del estilo masculino, emerge una nueva narrativa: la del descanso elevado a símbolo de sofisticación. Lejos de los clichés de la sastrería rígida o el sportswear repetitivo, el hombre contemporáneo se entrega a una estética mucho más íntima, más auténtica, pero igual de poderosa. La pasarela Primavera-Verano 2026 lo confirma: la elegancia ya no se impone, se vive.

En este contexto de renovación estética, surge un nuevo protagonista inesperado: el pijama. No como símbolo de abandono, sino como declaración de un lifestyle consciente. Esta temporada, la fluidez sustituye la estructura, y el descanso toma las riendas de la sofisticación cotidiana. El “dolce far niente” se convierte en arte visual y el dormitorio, en el nuevo salón de estilo.

En el corazón de Milán, bajo la mirada atenta de figuras como Alejandro Speitzer, Evan Mock o Theo James, se presentó la colección SS26 masculina más provocadora de la temporada. Lo que podría haber sido una oda al ocio se transformó en una lección de estilo cuidadosamente orquestada. La colección titulada Pyjama Boys propone algo que va más allá del simple acto de vestirse: nos habla de una filosofía.

La silueta masculina se reinventa a partir de la amplitud. Camisas oversized, pantalones con pliegues generosos, sacos amplios y tejidos ligeros hablan de un verano sin prisas. El algodón jacquard con rayas verticales en su versión más italiana y sensual marca el ritmo de la colección. Desde tonos crema hasta el azul marino, el beige o el verde olivo, la paleta fluye con una serenidad casi hipnótica, salpicada con toques inesperados como estampados de leopardo o lunares clásicos reinterpretados.

El pijama se vuelve statement, sin arrogancia. De día, se lleva con naturalidad casi insolente. De noche, se transforma en pieza ornamental gracias al bordado de cristales y pedrería que resplandece con una sutileza teatral. Así, lo que comenzó como un uniforme de descanso termina como una prenda de gala alternativa, ideal para esos hombres que entienden que el lujo también puede (y debe) sentirse en la piel.

Esta colección, firmemente en sintonía con el ADN que Dolce&Gabbana ha cultivado desde los noventa, apuesta por una masculinidad relajada, sin perder la tensión estética que define a la marca. Y aquí no se trata solo de prendas, sino de una dirección creativa clara: el hombre de hoy no quiere disfrazarse para encajar, quiere vestirse para estar bien consigo mismo.

Por eso, los accesorios no se quedan atrás. Broches camafeo, collares con piedras brillantes, rosarios reinterpretados, y gafas de sol que dialogan entre el pasado y el presente construyen una narrativa visual coherente y cautivadora. La bolsa Sicily en tamaño oversize y los clutches que replican la tradicional bolsita de algodón del pijama añaden un aire lúdico y a la vez lujoso. Y como remate, el calzado mantiene la línea del descanso elevado: tenis minimalistas, sandalias fur-free, mocasines de inspiración retro. Todo grita sofisticación, sin necesidad de alzar la voz.

Zane Phillips
Evan Mock
Alejandro Speitzer
Theo James
Agustin Della Corte
Cristiano Caccamo

Esta edición Primavera-Verano no busca impactar desde el escándalo ni desde el maximalismo. La verdadera provocación está en la ligereza. En la propuesta de un estilo que, aunque relajado, no renuncia al detalle ni al cuidado extremo en la confección. En invitar al hombre a mirar hacia adentro, a recuperar el placer de vestir para uno mismo, incluso (o sobre todo) cuando nadie está mirando.

Pyjama Boys no es un guiño irónico ni una tendencia pasajera. Es un manifiesto de lo que significa ser hombre en 2026: alguien que entiende que el poder no se grita, se habita. Alguien que reconoce que la elegancia no depende del protocolo, sino de la actitud con la que se asume el día a día. En un mundo que exige productividad constante, elegir ralentizarse sin perder estilo es un acto profundamente rebelde. Y profundamente masculino.

La colección Primavera-Verano 2026 no busca dictar cómo deberías vestirte, sino mostrarte hasta dónde puedes llegar si te atreves a cambiar las reglas del juego.

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