La mezclilla no necesita presentarse: es memoria y músculo, un idioma que entendemos incluso cuando no hablamos.
Esta temporada, el estilo noventero regresa con otro pulso: más limpio, más gráfico, más seguro de sí mismo. En ese escenario aparece MINGYU estrella del K-pop y referente global de estilo para recordarnos que un buen jean no grita, marca el ritmo. La sesión dirigida y fotografiada por TORSO propone una estética monocromática, luz fría y capas mínimas que dejan a la silueta hacer el trabajo. El lanzamiento se dio el 19 de agosto y desde entonces el tema encendió los feeds por su lectura precisa del legado noventero llevado a 2025.
El corazón de la propuesta es el CK Emblem: un monograma reinterpretado en patrón allover que vive en jeans y trucker jackets, y que ordena el outfit sin saturarlo. Ese gráfico nuevo, pero familiar traduce el logo a textura, y permite convivir con básicos en blanco y negro, tanks de algodón y chamarras, rompevientos. Es un guiño frontal a los 90s, sí, pero con el control de líneas y el fit que exige hoy.

En imagen, MINGYU se mueve entre cuatro pilares de la temporada: 90s Straight Jean en lavados vintage y oscuros; Slim Jean con tanque y rompevientos para jugar a capas; Carpenter Jean con estructura de inspiración workwear; y 90s Taper Jean, de tiro bajo y ajuste de sastrería que afina el contorno sin perder actitud. La lectura visual es coherente: cintura baja, proporciones largas, y una musculatura que se sugiere más de lo que se presume. El resultado: una silueta que cualquiera puede traducir a su closet sin perder carácter.

Hay un trazo cultural aquí: la alianza entre el pop coreano y la moda masculina sigue empujando el estándar global de imagen. Una campaña puede ser tendencia un día y archivo el siguiente; esta, en cambio, apuesta por códigos que caminan solos: mezclilla 90s, monocromo, básicos de algodón, corte certero. Medios de moda y cultura pop han subrayado justo eso: una actualización cuidada del legado, con foco en fits y gráficos que refrescan sin disfrazar. Para una mirada de backstage y contexto adicional, vale la pena ver el recorrido fotográfico de Teen Vogue y los resúmenes editoriales recientes.

La firma acompaña el denim con piezas que completan el ecosistema: 90s Sherpa Trucker Jacket para temperatura y textura; camisetas con monograma bordado o estampado para modular el nivel de logo; camisas de viscosa a rayas que elevan el look sin romper su línea; y, por debajo, ropa interior con guiños de herencia y tecnología actual (sí: pretinas suaves, soporte ergonómico, retención de forma). Todo conversa con un solo objetivo: que el jean sea el director creativo del outfit.

En escena, Calvin Klein aparece solo dos veces: en la etiqueta y en el archivo. Lo demás es edición. TORSO construye un espacio casi clínico para que el cuerpo y la mezclilla dicten el ritmo. Nada de nostalgia calcada ni maximalismo gratuito: un beat industrial, un close justo, un zoom a las costuras.