Hay perfumes que te acompañan… y luego está Can’t Get Enough. Lo llevé durante un día entero y algo cambió: la gente se giraba, me miraban distinto, y yo mismo me sentía diferente. No era solo el aroma —era una energía, una seguridad nueva—, como si el perfume activara algo dentro de mí. Así descubrí el poder invisible de la última creación de INITIO.
En una época en la que las fragancias son una declaración de identidad, INITIO ha conseguido crear un aroma que despierta la piel y el deseo. Su última creación, incluida en la colección Carnal, es un manifiesto olfativo al placer, una oda a la atracción que trasciende el olfato y se instala en la mente. La maison francesa lo describe como una “obsesión sin fin”, y tras probarlo, no se me ocurre una definición más precisa.
La alquimia del deseo
El primer contacto con Can’t Get Enough es eléctrico. La explosión inicial de bergamota, naranja amarga y pimienta rosa es chispeante y luminosa, casi como una descarga de adrenalina. Después, el perfume evoluciona y la intensidad se vuelve más íntima: el corazón floral, dominado por la rosa y el mítico hedione, crea una sensación que no es solo olfativa, sino física.
El hedione, inspirado en el jazmín, es una molécula legendaria en perfumería, conocida por su capacidad para activar los receptores cerebrales asociados al placer y la atracción. INITIO la lleva a otro nivel, utilizándola de forma sobredosificada para estimular el deseo a nivel sensorial y emocional. No es casual que, mientras la llevaba, sintiera que mi humor, mi postura, incluso mi manera de moverme, cambiaban sutilmente.

El fondo es puro magnetismo: caramelo, canela y ámbar, en un acorde gourmand oscuro y sofisticado que se funde con la piel sin volverse empalagoso. Es una dulzura adulta, cargada de intención, que deja tras de sí una estela envolvente. Si los perfumes fueran emociones, Can’t Get Enough sería la obsesión.
El deseo convertido en ciencia
Desde su creación, INITIO Parfums Privés ha roto con la idea tradicional del perfume como simple accesorio. Cada una de sus fórmulas nace de la fusión entre ciencia y emoción, combinando el poder de la química con la poesía del instinto.
Su innovación más sorprendente, The Feel Lab, desarrollada junto al Harvard Innovation Lab, permite visualizar en tiempo real cómo reacciona el cerebro ante sus fragancias. La emoción se convierte en dato; el deseo, en una experiencia medible. Esa aproximación vanguardista al perfume lo sitúa en una categoría propia: la perfumería emocional, donde lo invisible se hace tangible.

En ese contexto, Can’t Get Enough no es una fragancia más. Es un experimento sensorial diseñado para provocar, seducir y alterar los sentidos. Un perfume que, literalmente, te cambia el estado de ánimo.
Una experiencia que deja huella
Durante el día que lo llevé, la fragancia fue mutando conmigo. Por la mañana, era fresca, chispeante, con un punto optimista. Por la tarde, se volvió más cálida y adictiva, como una segunda piel. Y llegada la noche, ya no era solo un aroma: era una presencia, una forma de estar en el mundo.
Varias personas me preguntaron qué perfume usaba. Algunos simplemente se acercaban un poco más, como si quisieran atraparlo. Y ahí entendí su verdadera fuerza: Can’t Get Enough no grita, susurra. No busca llamar la atención, la reclama sin esfuerzo.
Su carácter dual —luminoso y oscuro, inocente y provocador— lo convierte en el accesorio perfecto para quienes no temen dejar huella. Es refinado y salvaje al mismo tiempo, un torbellino olfativo que captura la esencia del deseo contemporáneo: imprevisible, intenso y profundamente adictivo.
La nueva sensualidad olfativa
En tiempos en los que las redes sociales dictan tendencias y los perfumes se vuelven virales por segundos, INITIO apuesta por algo más duradero: el poder invisible de la emoción. La tendencia gourmand regresa esta temporada, pero lo hace en su versión más carnal. Ya no hablamos de dulces inocentes, sino de fórmulas que juegan con lo oscuro, lo envolvente, lo casi peligroso.
En ese escenario, Can’t Get Enough se convierte en un referente. Es el perfume de quien vive intensamente, de quien disfruta del misterio y sabe que la seducción empieza mucho antes del primer contacto. Cada nota actúa como un pulso, cada inhalación amplifica el deseo. No hay principio ni final, solo una espiral de placer.
Porque cuando el deseo se convierte en obsesión, una sola vez nunca es suficiente.
