La cultura pop latinoamericana vive un momento de expansión: lo que antes se cocinaba en set local hoy se valida frente a audiencias globales.
En ese tránsito de lo inmediato a lo trascendente hay trayectorias que entienden el nuevo mapa: construir marca personal, dominar la conversación digital y aterrizar en proyectos que exigen oficio. Ahí aparece Manelyk González, lista para reescribir su biografía profesional con la calma que da la disciplina y el filo de quien no teme al escrutinio.
En los últimos meses, Manelyk dejó de ser “solo” un fenómeno televisivo para integrarse a la conversación internacional. Su presencia en Billboard Latin Music Week la colocó en la órbita correcta, esa donde conviven industria, estrategia y nuevos públicos; una vitrina de alto impacto que hoy funge como termómetro cultural para artistas y figuras del entretenimiento. A esto se suma su aparición en BELLO desde Los Ángeles, una portada que simboliza más que una sesión editorial: es una señal de posicionamiento en el ecosistema del fashion-entertainment, donde imagen, propósito y narrativa deben caminar al mismo ritmo.

En ese momentum llega “Cómplices”, la nueva serie ViX que la presenta como actriz con un registro emocional más exigente. Aquí interpreta a Elsa, un papel que le pide contención, timing y otra musculatura creativa: menos estridencia, más matiz. La producción de 13 episodios de 50 minutos estrenó con todos los capítulos disponibles para maratonear, un formato que responde al consumo actual y que, de paso, impone mayores retos interpretativos a cada elenco.

“Cómplices” reúne a un reparto intergeneracional poderoso: Lucía Méndez, Maribel Guardia, Laura Flores y Marjorie de Sousa comparten escena con Ernesto Laguardia y talentos emergentes que suman frescura. La mezcla funciona porque habilita el contraste: experiencia frente a ambición, clásico frente a contemporáneo. En ese balance, Manelyk no busca competir por decibeles; elige sumar textura y ritmo a una trama de humor negro donde cuatro mujeres se ven arrastradas por un misterio televisivo.
Nada de esto es azar. Tras años entendiendo a la audiencia desde el reality y los social media, su apuesta ahora es otra: profesionalizar el talento, asumir formación actoral y blindar cada aparición con un relato claro. En ViX, ese relato se traduce en exposición panregional y, más importante, en validación narrativa: si la plataforma pide historias que viajen, el elenco y la dirección de “Cómplices” parecen diseñados para hacerlo. El resultado es una actriz que combina engagement digital con oficio frente a cámara; esa mezcla bien gestionada es hoy una ventaja competitiva.

La portada de BELLO no es un trofeo aislado; es coherencia de marca personal. Se siente la transición de la “personalidad explosiva” a la ejecutiva creativa que dirige su propia estética: pulida, consciente del lenguaje editorial y con ambición internacional. Es el tipo de visual storytelling que abre puertas en alfombras, sets y campañas, porque habla de alguien que comprendió que la moda también es un idioma de autoridad.
En “Cómplices”, Elsa no solo es un personaje: es el marco donde Manelyk ensaya una madurez interpretativa que, de sostenerse, terminará por definir su siguiente década profesional. La curva es clara: de fenómeno mediático a fuerza creativa con plan, métricas y criterio. En tiempos de ruido, elegir el silencio del trabajo interno y dejar que la pantalla hable por ti es, paradójicamente, el movimiento más estruendoso.

