Hay prendas que solo cubren el cuerpo… y hay prendas que te recuerdan en qué etapa de tu vida estás.
Entre esos dos extremos, surge un territorio donde el estilo deja de ser pose y se vuelve proceso: un espacio donde te vistes para moverte, cuestionarte y conectar con otras personas que también están cambiando. Open To Suggestions (OTS) nace justo ahí: en el momento en el que la ropa deja de ser tendencia pasajera y se convierte en lenguaje compartido. No se trata de “estar a la moda”, sino de entender la moda como un sistema de señales que hablan de tus emociones, tus transiciones y tu forma muy personal de habitar el mundo.
En lugar de gritarte qué usar, este proyecto te susurra una idea distinta: no todo es temporada, drop o algoritmo. A veces, lo más radical es construir una comunidad donde vestirse sea, sobre todo, una forma de reconocerse. Piensa en tus outfits favoritos. No necesariamente los más caros, sino esos que te has puesto en días clave: cuando cambiaste de ciudad, terminaste una relación o te animaste a hacer algo que llevabas años posponiendo. Esa ropa no solo te “quedaba bien”; te acompañó.
La propuesta de esta marca parte justo de ahí: cada prenda como extensión del movimiento interior de quien la usa. Más que hablar de temporadas, habla de procesos personales. No le interesa dictar un uniforme perfecto, sino acompañar transiciones, contradicciones y contrastes que son parte de cualquier vida real. En un escenario donde la moda suele reforzar estereotipos rígidos cuerpos específicos, estilos “correctos”, formas únicas de ser cool, OTS se posiciona como un proyecto que prefiere la pregunta al dictado. No busca imponer estilos, sino inspirar procesos. El resultado es una estética que se mueve: formas orgánicas, texturas naturales, siluetas fluidas que se sienten cómodas en medio del cambio.

Aquí la ropa no “termina” cuando la sacas del perchero. Empieza cuando se mezcla con tu energía, tus rutinas y tus pequeñas revoluciones diarias. Hay algo profundamente latinoamericano en la forma en la que esta marca entiende el estilo: la mezcla, el cruce de culturas, el caos bello de las ciudades y el calor humano de una comunidad que se reconoce en la diferencia. Detrás del lenguaje visual y emocional de la marca no hay un solo genio aislado ni un despacho que baja un manual de branding desde un corporativo distante. Desde el inicio, Andrea Rubio y Edu Maruri entendieron que, si el proyecto iba a hablar de comunidad, el proceso creativo tenía que ser igualmente colectivo.

Los bocetos, las tipografías, los colores, la fotografía y hasta el packaging nacen de una lluvia constante de ideas donde nadie se queda al margen. En ese flujo creativo entra Cora Creatives, el estudio que se sumó para traducir toda esta energía en un ADN visual y conceptual coherente: formas, texturas, frases, símbolos y pequeñas decisiones que hacen que cada pieza se sienta parte de una misma historia. Antes de ser proyecto, Open To Suggestions fue una conversación entre amigos sobre lo que realmente significa crear: fluir, no controlar. La reflexión era sencilla y, al mismo tiempo, retadora: ¿qué pasaría si en lugar de construir una marca obsesionada con “llegar”, construimos una que esté orgullosa de seguir en movimiento?
De esa pregunta nace una plataforma que no se conforma con producir prendas. OTS se traduce como evolución sin fronteras, con la intención de colaborar con artistas, músicos y creativos de distintas disciplinas. El objetivo no es solo vestir, sino generar experiencias donde arte, música y estilo de vida se crucen de forma natural.

Hay una frase que atraviesa toda la filosofía de este proyecto: vestirse es una manera de reconocerse. En un entorno saturado de mensajes que te dicen qué deberías ser, la propuesta es casi contracultural: usar la moda para mirar hacia adentro, no solo hacia afuera. La marca no se dirige a un público tradicional, sino a una forma de estar en el mundo: personas que prefieren la evolución al estancamiento, que aceptan la contradicción como parte del proceso y que empiezan a ver el estilo no como un disfraz, sino como una extensión honesta de su historia.
Lo que comenzó como una conversación honesta entre dos amigos sobre lo que significa crear fluir, no controlar hoy se materializa en un proyecto que abraza la transformación como forma de vida. Open To Suggestions no se presenta como la solución definitiva ni como el siguiente gran “must” del guardarropa masculino. Más bien, funciona como una invitación a revisar qué tanto de lo que usamos responde a quiénes somos… y qué tanto responde a la inercia. Tal vez la verdadera provocación no está en una silueta arriesgada o en una combinación de colores inesperada, sino en la decisión de construir comunidad alrededor de valores como apertura, pertenencia y movimiento. Esa es la promesa silenciosa detrás de su mantra:

