¿Conseguirán las dos marcas reabrir la gran temporada de colaboraciones “high vs. low”?
El próximo gran nombre de la industria del lujo en trabajar en una colección con el gigante sueco del fast fashion será Mugler, diseñada por el director creativo de la marca, Casey Cadwallader. Según WWD, la marca no ha hecho ningún comentario sobre la colaboración de la que, al parecer, se había estado hablando en las últimas semanas sin que llegara la confirmación.
Una vez más, las fuentes de WWD también dijeron que, en la segunda mitad de 2023, H&M podría colaborar con Paco Rabanne, muy probablemente poniendo de relieve un deseo de reiniciar la actividad de colaboración de la marca más o menos interrumpida alrededor de la pandemia (hubo una colaboración con Iris Apfel, que pasó bastante por debajo del radar) que, en los años de gran éxito de H & M, también contó con Versace, Maison Margiela, Comme des Garçons, Balmain y Lanvin entre sus socios.
El deseo por parte de Mugler de llevar a cabo esta colaboración con H&M (un formato que nunca se ha detenido realmente, basta pensar en las colaboraciones de Marni, Lemaire y J.W. Anderson con Uniqlo) reside probablemente en la necesidad de aumentar el reconocimiento de la propia marca Mugler entre los miembros de la Generación Z, que desde hace algunos años se ha reposicionado fuera del mundo de los perfumes intentando relanzarse en el prêt-à-porter.
Colaborar con el gigante sueco de la moda rápida representa, por tanto, acceder a una base de clientes más amplia, quizás probar qué estilos son los más populares, y quizás incluso evitar el infame “efecto Fenty”, en referencia a la época en que LVMH intentó convertir el negocio de belleza de Rihanna en una verdadera marca de moda, cerrándolo al cabo de dos años debido a los decepcionantes resultados, debidos precisamente a que los productos de la marca tenían precios de lujo que conectaban mal con el poder adquisitivo de los fans de la cantante/empresaria.
Efectivamente, la época dorada de las colaboraciones de “alta gama” entre grandes nombres de la moda comercial y H&M parecía haber llegado a su fin desde hacía tiempo, con asociaciones de grandes marcas minoristas como Zara o COS centradas en diseñadores y marcas independientes como Studio Nicholson, Reece Yeboah, Mati Ventrillon, etc. El formato impulsado por Uniqlo, en cambio, se aleja del inaugurado por H&M (que se basaba en producir versiones más baratas de piezas de lujo como la Belt Jacket de la colaboración con Margiela), con la misma relevancia de los diseñadores implicados, al centrarse en productos simplificados que no pueden confundirse con la producción real de las marcas.