Hay algo en la infancia que nunca desaparece del todo. Una chispa. Un impulso que nos lleva a explorar, construir y competir, no por la gloria, sino por el simple placer de descubrir quiénes somos a través del movimiento y la imaginación. En tiempos donde las pantallas intentan dominar cada centímetro de atención, encontrar iniciativas que devuelvan el protagonismo al juego físico y creativo no solo resulta refrescante, sino profundamente necesario.
El verano de 2025 marca el inicio de una colaboración sin precedentes entre dos gigantes de la cultura: una alianza que no solo busca impactar el guardarropa infantil, sino transformar la manera en que una nueva generación entiende el deporte, el diseño y la autoexpresión. Porque cuando el legado deportivo de décadas se encuentra con la arquitectura lúdica de los bloques más famosos del planeta, el resultado va mucho más allá de una colección: es un manifiesto para que los más jóvenes reencuentren el gozo en el movimiento, el valor de lo táctil y el poder de imaginar nuevos mundos.

La apuesta, encabezada por una atleta con carácter la tres veces MVP de la WNBA A’ja Wilson, nace con una intención clara: conectar a los niños con su mejor versión a través de la experiencia activa y creativa. Y no, esto no se limita a productos con un diseño disruptivo o colores vibrantes. Va mucho más allá. Este proyecto global incluye eventos inmersivos en ciudades clave del mundo, desde Londres hasta Shanghái, pasando por Beaverton y Beijing, con actividades que fusionan el deporte con la libertad de construir, fallar, reconstruir y, sobre todo, jugar sin miedo.
Del 7 al 11 de junio, por ejemplo, LEGOLAND California abrirá las puertas de la Nike and LEGO Play Arena, un espacio que eleva la experiencia del baloncesto a un plano completamente nuevo: los niños podrán diseñar su propia minifigura atleta, crear su jersey de ensueño en bloques y desafiar su puntería en una cancha construida para celebrar la alegría de encestar. Un formato que no solo honra el deporte, sino que lo reinventa con el espíritu del juego como eje central.

Y es que hay algo poderoso cuando las marcas deciden actuar más allá del escaparate. Mientras en Europa el fútbol toma el verano, Londres será el epicentro de una activación que no solo celebra el deporte rey, sino que trabaja en alianza con organizaciones sin fines de lucro para fortalecer la confianza en las niñas, promoviendo espacios más inclusivos, reales y llenos de propósito. En China, la visión toma forma física con canchas construidas a partir de calzado reciclado, reafirmando que el juego también puede ser sostenible.
Pero el corazón de esta colaboración está en su narrativa. Porque en un mercado saturado de lanzamientos, likes y tendencias efímeras, pocas cosas resuenan tanto como el recuerdo de haber armado tu primer mundo con piezas de colores o haber sentido que un par de tenis te hacían correr más rápido. En esa dualidad entre memoria y presente, la colección LEGO x Nike se convierte en algo más que moda: es una herramienta para activar la imaginación, reforzar la autoestima y, por qué no, celebrar la cultura sneaker con un enfoque fresco y con propósito.


El primer gran lanzamiento de este proyecto llega el 1 de julio con un set de LEGO que rinde homenaje a uno de los íconos más queridos del streetwear: el Nike Dunk. Compuesto por más de mil piezas, este modelo no solo recrea el diseño del sneaker con precisión arquitectónica, sino que incorpora compartimentos secretos, cordones intercambiables y una minifigura llamada B’Ball Head que encarna la fusión entre estilo, deporte y juego. En agosto seguirán las colecciones de calzado y ropa, como la Nike Air Max Dn x LEGO, seguidas por nuevos lanzamientos en septiembre que continúan explorando este universo en expansión.
