Detrás de cada adelantamiento perfecto, de cada vuelta milimétrica y de cada foto en el podio, hay un pulso colectivo que rara vez vemos.
La épica del automovilismo no se sostiene solo en el talento del piloto, sino en la precisión cronométrica de un equipo que vive entre llaves dinamométricas, neumáticos calientes y miradas que hablan en códigos. En Monza, ese templo de la velocidad, la narrativa cambió de lugar: el reflector apuntó al corazón industrial que mantiene el ritmo.
Escrito por George the Poet y narrado por Lewis Hamilton y Charles Leclerc, el cortometraje “A Tribute to the Scuderia Ferrari HP Pit Crew” celebra la disciplina, el temple y la maestría del equipo de pits. No es un spot más, sino un gesto editorial que coloca a los técnicos y mecánicos en el centro de la conversación cultural del deporte. La pieza se presentó durante el Gran Premio de Italia en Monza, un contexto que subraya la tensión de un circuito donde la aerodinámica y el acierto táctico se miden en milésimas.

Lo que vemos no es solo velocidad, sino coreografía: una sincronía que roza lo antinatural por su exactitud. En Fórmula 1, los pit stops son una danza sin margen de error. En Monza 2025, el resumen de paradas mostró nuevamente lo implacable del reloj y cómo un parpadeo cuesta posiciones. Incluso la distinción al DHL Fastest Pit Stop dejó claro que el listón competitivo sigue bajando tiempos de vértigo, recordándonos que las manos también ganan carreras. Que Chivas Regal elija narrar esta historia es coherente con su manifiesto “I Rise, We Rise”: la grandeza se construye en equipo, desde la cantera del talento hasta el resultado visible.
En lugar de hablar de notas de cata, la marca aterriza su universo de lujo en la ética del trabajo compartido y la artesanía colectiva. No hay discursos huecos: hay una filosofía que conecta la paciencia del blending con la precisión de un pit crew.

La alianza entre Chivas Regal y Scuderia Ferrari HP no es un cameo oportunista, sino un acuerdo de varios años que nació en 2024 y hoy encuentra un capítulo potente. El mensaje es directo: la excelencia es una práctica diaria, no un golpe de suerte. Y el cine, cuando se toma en serio, es un vehículo legítimo para contarlo.
George the Poet convierte la mecánica en metáfora, la fricción en poesía y la tensión en un lenguaje que cualquiera puede sentir. No recita lo obvio; traduce la obsesión por los detalles en imágenes que conectan con quienes ven el deporte como cultura y no solo como espectáculo.
Su trayectoria en spoken word y su obsesión por las voces que suelen quedar fuera explican por qué este guion respira con ritmo y significado.
En la voz de Hamilton y Leclerc, la pieza gana altura. Ellos conocen el silencio antes de la luz verde y el vértigo después del checkered flag. Su narración funciona como un puente entre la épica pública y la ingeniería privada del box. Para la audiencia joven, acostumbrada a formatos cortos y mensajes densos, esta es la clase de contenido que eleva la cultura deportiva sin sermones.
Que el estreno ocurriera en Monza tiene sentido. Aquí la historia del Cavallino pesa, y cada decisión en pits puede volverse leyenda o lección. En la última edición, el rendimiento, los rangos de temperatura y la administración de neumáticos exigieron lectura fina del ritmo de carrera. Es el contexto perfecto para recordar que, cuando el margen es microscópico, el valor del equipo crece exponencialmente.

Chivas Regal ha actualizado su conversación con la juventud global no solo con producto, sino con cultura: proyectos, colaboraciones y relatos que legitiman su presencia fuera del bar. La conexión con Scuderia Ferrari HP funciona porque ambas casas comparten archivo, obsesión por el detalle y estándares que no se negocian. El lujo, entonces, no es ostentación; es el resultado visible de una disciplina invisible.
Nick Blacknell, Global Marketing Director de la marca, lo resume con precisión: la grandeza surge de muchas manos. Lo interesante es que el filme evita moralinas: muestra trabajo, celebra talento anónimo y nos deja con la sensación de que el próximo undercut perfecto ya empezó mucho antes de que el piloto frenara en la marca.
