Un reloj no solo mide el tiempo: mide quién fuiste y quién te atreves a ser. Entre playlists que evolucionan y estilos que cambian, hay piezas que nos regresan al punto exacto donde nació el gusto por vestir con intención. La cápsula “Machine Luxe” se mueve ahí: en el cruce entre recuerdo y precisión, en el territorio donde el diseño industrial coquetea con la elegancia cotidiana. No grita; sostiene la mirada.
Más que una celebridad con “gadgets”, Nick Jonas se reconoce como un auténtico entusiasta de la relojería. Su primer reloj fue de Fossil; de ahí que esta alianza tenga ese pulso de “ciclo completo”: volver al origen para reescribirlo desde la madurez. La campaña global fotografiada en Nueva Jersey por Anthony Mandler y estilizada por Sydney Lopez recorre cafeterías de barrio y boliches, escenarios que reviven la emoción de la primera compra. El resultado es una narrativa íntima que evoca memoria sin caer en la nostalgia literal: un hombre, su ciudad y un objeto que aprendió a contar historias en la muñeca.
La cápsula reinventa la plataforma Machine, una de las más reconocibles del catálogo de Fossil, y la empuja a un espectro más lujoso y táctil. Aquí no hay espectáculo hueco: hay materiales, proporciones y texturas con propósito.
- Machine Luxe Sunray Dial. Tonos azul degradado y dorado con un cepillado radial de líneas finísimas que irradian desde el centro. La versión azul con correa de piel marrón grabada tipo cocodrilo nace de un guiño personal de Jonas a su propio archivo. Este acabado tipo “sunray” aporta profundidad y juego de luz sin exagerar el brillo.
- Machine Luxe Automatic. Carátula esqueletizada que revela un movimiento automático japonés, componentes ensamblados a mano y estética gris o dorada. Es la pieza-escaparate de mecánica visible: un equilibrio entre rudeza y refinamiento.
- Machine Luxe Stone Dial. Diales de piedras naturales como malaquita, aventurina y mármol. La textura icónica del brazo y brazalete subraya la dualidad: reloj de vestir con carácter de herramienta.
- Machine Luxe Watch Rings. Dos anillos-reloj de pulso minimalista gris metálico y verde degradado que trasladan la lectura de tiempo al dedo y llevan la firma estética de la colección a un formato inesperado que la marca ya ha explorado con éxito.





A lo largo de la familia Machine, la textura “knurled” ese grabado de rombos que ves en coronas y biseles no es capricho: viene de la manufactura clásica y sirve para mejorar el agarre y sumar carácter industrial. Aquí funciona como un código de marca y como detalle funcional.
Si hay un hilo conductor en “Machine Luxe”, es la tangibilidad. La textura knurled remite al lenguaje de herramientas y maquinaria, y Fossil la ha convertido en firma dentro de Machine. La mezcla con diales sunray y piedras naturales construye un contraste táctil que evita lo obvio: la luz se desliza, la superficie responde, el reloj cambia según el ángulo. Para el lector curioso: la textura knurled proviene del torneado y estampado de líneas en el metal; el acabado sunray se logra con cepillado radial para obtener ese efecto de rayos que “viven” bajo la luz.
Cómo llevarlo:
- Azul degradado + piel marrón: con denim oscuro, gabardina beige o cuero negro. Funciona de día a noche sin pedir permiso.
- Automático esqueletizado: costillares, chamarras con estructura y botas de suela gruesa. La mecánica a la vista pide diálogo con materiales honestos.
- Piedra natural (malaquita/aventurina/mármol): suits monocromáticos o camisas de lino pesadas. El color vive en la muñeca; el outfit lo enmarca.
- Anillo-reloj: úsalo en mano dominante cuando el look es minimal y el reloj queda cubierto por la manga. Es el “detalle” que rompe la inercia. La categoría ha ganado tracción en la marca y actualiza el gesto joyero masculino sin excesos.

El giro hacia piezas con mayor intención material y narrativa coincide con un contexto real: la empresa está reordenando su portafolio para enfocarse en su núcleo relojero, dejando atrás apuestas que no sumaban valor. En esa estrategia, cápsulas con rostros que sí aportan legitimidad y productos de alto tacto funcionan como ancla emocional y como puente para nuevas audiencias.
