La vida exige dominio del sonido: entre motores, cafeterías y salas de juntas nómadas, la voz se ha convertido en la interfaz más humana y el audio personal en el filtro que define presencia, foco y estilo en tiempos de hiperconectividad.
Frente a ese caos, emerge una propuesta que se atreve a mover el centro de gravedad del audio móvil hacia la captación de voz, integrando un micrófono “externo” en el estuche para conversaciones y notas rápidas sin renunciar al formato True Wireless que dicta el ritmo cotidiano.
El giro clave está en un sistema de micrófonos dentro del estuche que se activa con un botón dedicado para priorizar la voz y atenuar el ruido ambiente, planteando un uso más natural en cafés, transporte o calles ventosas donde el timbre vocal suele perderse. En pruebas tempranas, este “walkie-talkie del futuro” mejora claridad y permite hablar a menor volumen, aunque la cancelación percibida frente a ambientes muy ruidosos no siempre iguala la promesa, abriendo un debate real sobre utilidad versus expectativas.
El estuche integra un arreglo de dos micrófonos con formación de haz para aislar la voz; se activa con el botón TALK y funciona con apps de llamadas y memos nativos, además de ciertas herramientas de video de terceros, acercándolo más a un flujo de trabajo de creador móvil. La idea no sustituye los micrófonos de los earbuds: los complementa y, situándose más cerca de la boca, reduce la distancia de captura, que es justo donde nacen la presencia vocal y la inteligibilidad que se pierde entre tráfico, viento y música de fondo.

Cada auricular suma tres micrófonos direccionales y una unidad de recolección por conducción ósea (VPU) que lee microvibraciones de la mandíbula para afinar la extracción de voz sin depender tanto del entorno, reforzando llamadas y dictados en exteriores.
Este enfoque, menos vulnerable al viento, trabaja en tándem con algoritmos de cancelación para distinguir voz de contexto, un detalle técnico que cobra valor cuando la conversación ocurre en movimiento y no en un cuarto de reuniones idealizado. La cancelación activa alcanza hasta 45 dB, con perfiles que se ajustan a escenario y preferencias, equilibrando aislamiento y conciencia situacional, clave para quienes alternan trayectos, oficina y gimnasio en el mismo día. Si el “Super Mic” apunta a claridad de voz, la ANC apuesta por consistencia y confort auditivo, dos caras del mismo reto: sonar bien y ser escuchado con nitidez sin sacrificar movilidad real.

El lenguaje transparente evoluciona con acentos metálicos y una caja con aluminio reciclado, elevando sensación táctica y durabilidad sin renunciar a la estética de ingeniería expuesta que ya identifica a la firma londinense en calles y feeds. La fusión metal-plástico por nano-inyección reduce el uso de pegamento y aprieta tolerancias, logrando un estuche compacto con acabados más precisos que dialogan con el clóset y el EDC de un guardarropa masculino contemporáneo. Cada auricular sube a 55 mAh y alcanza hasta 10 horas por carga sin ANC, con 38 horas totales vía estuche, cifras que cambian la ecuación de “cargar antes de salir” por “cargar al final del día” para usuarios intensivos. Diez minutos de USB-C bastan para hasta 10 horas de uso combinado, y la carga inalámbrica agrega conveniencia a un ecosistema que ya vive sobre pads y bases minimalistas en escritorio o buró.




Con Bluetooth 5.4 y LDAC, el detalle se sostiene a bitrates altos en Android, mientras el modo de baja latencia baja la demora por debajo de 120 ms para gaming casual y video en movilidad. Empareja con Fast Pair y Swift Pair, y desde la app se ajustan controles y funciones de productividad como notas dictadas y accesos a asistentes, incluyendo integraciones de IA que apuntan a flujos manos libres más coherentes.
El “Super Mic” es audaz y útil para notas, entrevistas improvisadas o llamadas donde importa sonar claro, pero las primeras reseñas señalan límites frente al ruido fuerte y una ANC que, si bien competente, no siempre lidera la categoría. En balance, el paquete convence por diseño, autonomía y conectividad de alta resolución, mientras que el micrófono en estuche abre un nuevo gesto de uso que, bien entendido, puede volverse hábito entre creativos y profesionales móviles.
