En una ciudad donde cada fin de semana representa un dilema entre quedarse en casa o enfrentar el caos urbano, surge una alternativa que desafía las reglas del entretenimiento tradicional.
La diversión ya no se encuentra solo en los márgenes de la metrópoli o en destinos que requieren horas de tráfico; ahora se eleva literalmente sobre el horizonte capitalino, ofreciendo una perspectiva completamente distinta de lo que significa escapar sin salir de la ciudad.
El concepto de parque de diversiones urbano no es nuevo, pero su ejecución en las alturas sí marca un precedente. Cuando la rutina urbana se vuelve predecible y los planes de fin de semana caen en la monotonía de centros comerciales convencionales, la necesidad de adrenalina auténtica se hace evidente. Los millennials y la Generación Z han crecido en una era donde las experiencias superan a las posesiones materiales, donde la búsqueda de momentos Instagram-worthy se combina con la necesidad genuina de desconectarse del estrés digital.
¡KATAPLUM! emerge como una respuesta audaz a esta demanda generacional, estableciéndose en el tercer nivel del centro comercial Parque Las Antenas con una propuesta que combina accesibilidad urbana y experiencias de alto impacto. La ubicación estratégica no es casualidad: ofrece vistas espectaculares de la Ciudad de México mientras te encuentras suspendido en una silla voladora o navegando las curvas de una montaña rusa que parece extenderse hacia el infinito urbano.

La experiencia comienza desde el ascensor. Mientras otros destinos de entretenimiento te sumergen en espacios cerrados y artificiales, aquí el viaje hacia la diversión incluye una gradual revelación de la magnitud citadina. Es una metáfora perfecta para la generación que ha aprendido a encontrar extraordinario lo cotidiano, que busca nuevas perspectivas de lo familiar.
Las más de treinta atracciones no siguen el modelo tradicional de parque temático. Desde la montaña rusa Insomnio, que literalmente sale de los límites de la plaza comercial, hasta el péndulo Patatús con vueltas completas de 360 grados, cada instalación está diseñada para maximizar tanto la adrenalina como la vista panorámica. El circuito Vértigo presenta puentes colgantes que desafían tu percepción de altura mientras observas la urbe desde una perspectiva que pocos han experimentado.


La propuesta de ¡KATAPLUM! desafía uno de los mayores irritantes del entretenimiento familiar: las filas interminables. En una era donde el tiempo se ha vuelto el lujo más preciado, especialmente para profesionales jóvenes que valoran cada momento de su tiempo libre, la promesa de filas cortas y ambiente ágil representa una ventaja competitiva significativa. Poder repetir tu atracción favorita sin invertir horas en esperas pasivas cambia completamente la ecuación costo-beneficio de una salida de fin de semana.
Esta eficiencia operativa se extiende a la experiencia gastronómica. El food court ofrece desde opciones rápidas hasta espacios como el Sports Bar, donde la pausa necesaria después de la adrenalina se convierte en una oportunidad para procesar la experiencia mientras observas deportes en pantallas grandes. Es la combinación perfecta entre el subidón de adrenalina y el momento de calma social que caracteriza las mejores salidas entre amigos.
La ubicación junto a la estación Periférico Oriente de la Línea 12 del Metro transforma la accesibilidad urbana. Para una generación cada vez más consciente de temas ambientales y económicos, tener un destino de alto impacto accesible por transporte público representa un valor agregado considerable. La opción de llegar en auto mantiene la flexibilidad, pero la alternativa del transporte masivo abre posibilidades para grupos de amigos que prefieren evitar las complejidades de la logística vehicular en la ciudad.


Los precios reflejan una comprensión clara del poder adquisitivo de su público objetivo. Una entrada general de 120 pesos, un Kataporte de 350 pesos con acceso a más de treinta atracciones, y una Katacard de 55 pesos para experiencias específicas como Go Karts, crean un espectro de opciones que se adapta tanto al estudiante universitario como al joven profesional. Las promociones especiales, como el 4×3 para vecinos de Iztapalapa y el cupón 2×1 para visitas futuras, demuestran una estrategia de fidelización inteligente que reconoce la importancia del valor percibido.
