En la ciudad, el concepto de oficina siempre ha sido un símbolo ambiguo: por un lado, representa el lugar donde se construyen carreras, proyectos y hasta sueños; por otro, es el epicentro del tedio rutinario, de las juntas que pudieron ser un correo y de los silencios incómodos junto a una cafetera que nunca sirve café decente. Pero, ¿qué pasaría si ese mismo entorno se convirtiera en un espacio de creatividad, donde en vez de redactar reportes se escriben versos y en lugar de actualizar hojas de cálculo se generan beats?
En medio de la generación que redefine el trabajo y la música, surge un nuevo escenario que desafía las reglas. Un lugar donde la productividad se mide en acordes y la puntualidad depende del ritmo. Aquí, la oficina deja de ser símbolo de monotonía para transformarse en un laboratorio de talento.

Así nace Grabando en la Oficina, una propuesta que convierte el universo godín en un set creativo de música en vivo. La idea es simple, pero poderosa: artistas mexicanos se adueñan de un espacio que simula la jornada laboral, pero en vez de sentarse frente a una computadora, toman el micrófono y entregan cuatro canciones cargadas de autenticidad. El resultado: sesiones íntimas, crudas y directas, donde el espectador siente que está presenciando un ensayo privado más que un show prefabricado.
El proyecto abre con un lineup que no necesita presentación: Neto Peña, El Bogueto, Babas Tutsipop, Kevis & Maykyy, Danny Padilla, Simpson Ahuevo, Sofía Thompson, AquíhayAquíhay, Uzielito Mix, Juanpalitoschinos, Vanessa Zamora y La Texana. Cada uno llega a la mesa de trabajo con un currículum sólido, dispuesto a transformar la dinámica laboral en un after de creatividad. “Grabando en la Oficina” no solo propone música; crea un entorno de comunidad, un coworking de sonidos que rompe la barrera entre artista y público.

El encargado de abrir la nómina es Neto Peña, productor, rapero y fundador de Alzada Records, quien a lo largo de su carrera ha marcado el rap mexicano con hits certificados en oro y platino. Desde Guadalajara, Peña inaugura este nuevo espacio con una presentación que equilibra energía y vulnerabilidad, ofreciendo una faceta distinta: menos espectáculo, más cercanía. No se trata de encender reflectores deslumbrantes, sino de iluminar con sinceridad la música hecha desde la trinchera personal.
El formato se siente fresco porque evita lo predecible. Cada sesión está diseñada como esa junta que realmente esperas en tu calendario: breve, intensa y significativa. No hay jefes que impongan límites ni deadlines que asfixien la creatividad. En su lugar, hay entrevistas, convivencias y contenido exclusivo que se desarrolla con la misma naturalidad con la que un equipo creativo se inspira después de un break improvisado. Es un espacio donde la autenticidad no es negociable.

Con cada estreno, el espectador se convierte en testigo de algo más profundo: el cambio de paradigma en la forma en que consumimos música. Plataformas como esta están creando puentes entre artistas y audiencias que buscan experiencias genuinas, lejos de los espectáculos masivos que muchas veces sacrifican la intimidad en favor del show. Aquí, en cambio, la oficina se transforma en escenario, y cada canción en un recordatorio de que el talento mexicano sigue encontrando nuevas formas de florecer.
“Grabando en la Oficina” no es un capricho creativo, sino un recordatorio de que el verdadero lujo está en transformar lo cotidiano en extraordinario. En un mundo donde las rutinas parecen diseñadas para desgastar, este espacio nos muestra que incluso la oficina, ese símbolo universal de la monotonía, puede convertirse en un lugar de libertad.
