En la antesala del torneo más intenso del calendario gamer, el diseño decide hablar el mismo idioma que los esports.
No es publicidad; es un gesto cultural: tomar un objeto cotidiano de movilidad y convertirlo en una pieza que respira competencia, memoria y comunidad. A días de que arranque el Campeonato Mundial de League of Legends 2025 en China, una escultura sobre ruedas aparece para recordarnos que el lujo contemporáneo también se juega en la arena digital.
Se llama League of Legends CLA Art Piece y su código visual dialoga con la Summoner’s Cup, el trofeo que cada temporada corona a los monarcas del mundo. Cromo plateado que atrapa la luz, zafiros azules que remiten a la energía en juego y detalles dorados como guiño a la victoria: el lenguaje material replica con disciplina de taller los atributos del nuevo trofeo. Sobre el chasis, un gesto de respeto: los nombres de todos los campeones de 2011 a 2024 quedan grabados como una cronología de gloria. Es un objeto que no se conduce; se contempla. Y sí: nace de la alianza creativa con Riot Games.

La Summoner’s Cup que hoy inspira esta obra tiene su propia historia reciente: fue reimaginada con procesos artesanales de alta orfebrería, aligerada y refinada para una estética más precisa y contemporánea. El resultado no es solo un trofeo; es un manifiesto material de cómo los esports han madurado en lenguaje, ritual y ambición. Por eso, cuando una obra automotriz adopta su paleta y sus proporciones, lo que emerge es una traducción de legitimidad: del metal al mito, de la pista al escenario.

La escultura forma parte de Class of Creators, una serie que convoca a mentes creativas de música, moda y diseño para reimaginar el CLA como plataforma de expresión. En esa constelación ya vimos interpretaciones esculturales, desde fantasías pop a juguetes a escala real que empujan el objeto más allá de su uso. Esta edición enfocada en League of Legends suma legitimidad: no es un “wrap” ni un accesorio; es artesanía y concepto puestos al servicio de una comunidad global.
Worlds 2025 se disputará del 14 de octubre al 9 de noviembre en Beijing, Shanghái y Chengdu. El formato combina Play-In, etapa suiza y eliminación directa, con una narrativa competitiva que año con año convoca audiencias millonarias y redefine el estándar de espectáculo en vivo. En ese contexto, presentar una pieza de arte antes del kickoff es más que timing: es leer el momentum cultural y darle una forma tangible.

Tres menciones que importan
- Mercedes-Benz ha sido socio automotriz de LoL Esports y presentador del momento del trofeo, un rol que trasciende la visibilidad y entra en terreno de storytelling: del garaje al stage, del pit al stream.
- En la pieza, la firma alemana no “interviene” un auto: desarma la función para elevar la forma y dialogar con la Summoner’s Cup sin replicarla. Es respeto de códigos y dominio de materiales.
- Para México, el CLA de nueva generación empieza a perfilar su llegada a partir de 2026, abriendo otra capa de lectura: mientras el sedán real se prepara para el mercado, su versión escultórica ya ocupa museos temporales de nuestra imaginación.
Quien vea solo marketing perderá la trama. Lo relevante está en la intersección: performance competitivo, diseño automotriz y cultura gamer, encontrando un punto medio donde los fans se reconocen y los diseñadores arriesgan. El objeto no compite; conversa. No acelera; detona. En un mundo saturado de lanzamientos, esta pieza funciona como ritual de apertura: el torneo inicia en la pista… pero también en el taller.
