El amor se presenta y se siente de diferentes maneras: en la ilusión de conocer a alguien que nos acelera el corazón, en un primer beso, o en la acumulación de momentos que se registran en fotos y en la memoria. Sin embargo, hay algunas veces que también debemos aceptar y contemplar cuando decir adiós.
El actor, cantante y youtuber, Alan Estrada, arrancó la temporada de «Siete Veces Adiós» con la intención de transmitirla durante solo ocho semanas, pero la respuesta fue tan buena que las funciones se han extendido y hace algunas semanas celebraron 77 funciones con una audiencia completa. Para celebrar el evento, se develó una placa con unos padrinos de honor como Celina del Villar, Benny Ibarra, Claudia Alvarez, Billy Rovzar y La Supermana.
Esto es importante, porque en la Ciudad de México pueden verse diferentes musicales cada año, pero en poquísimas ocasiones se ve un trabajo tan trabajado y profesional, como lo resultó «Mentiras, Wicked o Chicago«.
A diferencia de otros montajes, aquí el público podrá ver simultáneamente la historia de esta pareja, y a la par, a una banda que interpreta 12 canciones en vivo; una historia con un soundtrack de vida. Los temas originales, compuestos por Alan Estrada, Jannette Chao y Vince Miranda, son interpretados por cuatro vocalistas: Diego Medel, Mónica Campos, Esván Lemus y Alba Messa, quienes están acompañados por una banda con instrumentos como piano, guitarra, batería y cello.
«Siete Veces Adiós» es un mashup entre obra, concierto y musical al que quizá es mejor no etiquetar de ninguna manera; porque como el amor, puede existir sin etiquetas.
El protagonista, como podría pasarle a cualquiera en la vida real, no entiende por qué su pareja le ha pedido una distancia, pero después de reflexionarlo decide intentar reconquistarla invitándola a revivir 7 momentos significativos de su relación de 7 años, lo que da título al nombre de la obra.
Como protagonistas se encuentran como «Él» (Pierre Louis) y «Ella» (Paulette Hernández), quienes no tienen un nombre específico, pues podrían ser quien sea, como también Él y Él, Ella y Ella, o Elles; el tercer protagonista es el propio amor: «Lamore», encarnado por César Enríquez, quien también da vida a diferentes personajes incidentales, como una hilarante mesera, o una incisiva y ácida cajera.
«Siete Veces Adiós» es una válvula de escape para el artista enamorado, un homenaje a cómo el amor ha creado las más bellas canciones y nos ha acompañado a lo largo de nuestras ilusiones y decepciones, mientras intenta hacer una radiografía de las relaciones en el siglo XXI.