El reinicio intencionado de la moda y el estilo ft. Givenchy

Con su colección masculina Otoño/Invierno 2023, el director creativo Matthew M. Williams comenzó por fin a embarcarse en el diseño de alta costura, aunque juvenil y urbano, que esperábamos desde su nombramiento en la prestigiosa casa parisina.

La colección osciló entre la elegancia nítida y el streetwear combativo y grunge, pero sus mejores momentos se produjeron en los looks en los que confluyeron ambas ideas.

La serie de cuatro trajes negros increíblemente elegantes con botones ocultos, combinados con jerseys de cuello alto, guantes y punteras puntiagudas, que abrió el desfile, supuso un cambio radical respecto a los pantalones de chándal, sudaderas con capucha y vaqueros tan informales de los años 2000 que caracterizaron el polarizante desfile anterior de Williams para la casa. Aparte de la angulosidad casi industrial que daba fe de los toques anteriores que habíamos visto del diseñador, estos cuatro looks parecían un reinicio intencionado.

A partir de aquí, sin embargo, las tendencias anteriores de Williams se filtraron y rápidamente se convirtieron en un torrente. Abundan las sudaderas con capucha, por encima o por debajo de franelas, camisetas y sudaderas. Los pantalones de doble rodilla a lo Dickies hacen referencia a la ropa de trabajo que se vuelve a poner en manos de los patinadores, mientras que las botas de trabajo con tacones impulsan una idea similar de ropa práctica y útil que se convierte en un básico de la calle.

Aunque las siluetas y los nombres de las prendas son familiares de la última vez, se percibe un nuevo y rico sentido de la superposición y la materialidad. El cuero se lleva más allá de la pátina y se desgasta caóticamente para conseguir un efecto de superficie destrozada que, sin embargo, es suave al tacto, o bien se lava y se lamina de forma irregular

Hay demasiados looks de este tipo; aunque hay texturas agradables y momentos en capas, nos hacemos una idea bastante rápido, y Williams tarda más de lo necesario en recordarnos dónde empezamos y reconocer que se trata, de hecho, de una casa de lujo francesa. Por último, nos devuelve a las capas, con exuberantes abrigos y jerséis de punto.

La sastrería relajada sobre capas de elementos esenciales de estilo personal se ha sentido como el tema principal de esta temporada de moda masculina en Milán y ahora en París, y Williams ha jugado muy bien con esta idea al tiempo que se aferra a sus armas y le da un giro distinto.

Aunque su paso por Givenchy hasta ahora puede haber suscitado preocupación y confusión entre los devotos del apogeo de la casa, la última colección de Williams respeta la historia de la marca como se merece, a la vez que la contempla desde su propia perspectiva juvenil.

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