¡Ay, Italia! La tierra de la pizza, el arte y, lamentablemente, el turismo masivo. Aunque suene como un escenario de ensueño, la realidad es que el país está enfrentando un problema gigantesco, y nosotros debemos estar al tanto de esta situación.
Hace un par de días, un video se volvió viral, mostrando la Strada della Forra, en el Lago de Garda, una de las rutas más hermosas del mundo, totalmente paralizada por hordas de turistas. ¿Cómo llegamos a esto? Pues resulta que el fenómeno del turismo de masas en Italia es una mezcla de “demasiada gente y poco espacio”, y nos afecta a todos.
¿Por qué debería importarnos? Bueno, no solo porque Italia es un destino soñado para muchos de nosotros, sino porque lo que está sucediendo allá podría replicarse en otros lugares, incluso en nuestro México lindo y querido. Y la verdad, no queremos que nuestras joyas culturales terminen siendo parques temáticos abarrotados de turistas, ¿verdad? El turismo de masas ha llevado a la mercantilización de la belleza de Italia, y a una creciente sensación de desencanto en la juventud, especialmente en aquellos que se criaron con las imágenes idílicas de Instagram. Estamos hablando de sitios como la Torre de Pisa o el Ponte Vecchio de Florencia, que ahora están invadidos por turistas que buscan tomarse la selfie perfecta, en lugar de apreciar y respetar la historia y cultura que los rodea.
Este tipo de turismo no solo está afectando la calidad de vida de los locales, sino también el medio ambiente, ya que se considera responsable del 8% de las emisiones globales anuales de CO₂. Y sí, aunque nos encante viajar, esto es algo que debemos tener en cuenta. Entonces, ¿qué podemos hacer?
En lugar de ser simples consumidores ocasionales, debemos convertirnos en consumidores conscientes. Hay iniciativas como la propuesta por James Bradburne, director de la Pinacoteca di Brera en Milán, que busca cambiar la forma en que los visitantes interactúan con los museos y fomentar un tipo de disfrute más contemplativo. Aunque no hay soluciones mágicas, estar informados y adoptar una actitud crítica y consciente ante el turismo de masas es un paso importante para no repetir los mismos errores en otros lugares.