Tiago Correa es un artista chileno que ha triunfado en México como actor, director y productor de teatro. Su más reciente proyecto es “Tierra de Fuego”, una obra que se estrenará pronto en el Teatro Helénico y que promete conmover al público con su historia basada en hechos reales.
En una entrevista exclusiva, Tiago Correa nos contó los detalles de esta obra, que es una adaptación del texto original del dramaturgo y periodista argentino Mario Diament, quien se inspiró en el encuentro entre una ex azafata israelí y un ex terrorista palestino que intentó secuestrar el avión en el que viajaba.
La obra explora la posibilidad de la reconciliación entre dos personas que han vivido el horror de la violencia y el odio, y que buscan una forma de sanar sus heridas. Para Tiago Correa, “Tierra de Fuego” es una obra que tiene mucho que ver con su visión del mundo y su compromiso con la paz. Él nos dijo que siempre lucha por vivir en un planeta más armónico y respetuoso, y que cree que el teatro es una herramienta poderosa para generar empatía y reflexión.
Correa nos compartió también los desafíos que enfrentó como director de “Tierra de Fuego”, una obra que tiene un fuerte contenido político y social, y que aborda el conflicto entre Palestina e Israel desde una perspectiva humana. Él nos dijo que su objetivo era equilibrar el discurso de los dos protagonistas, una ex azafata israelí y un ex terrorista palestino, y mostrar que ambos son víctimas de las circunstancias históricas y culturales que los han llevado a la violencia. Asimismo, reveló que tuvo que investigar mucho sobre las dos culturas, el proceso de perdón y la situación actual del conflicto. Finalmente, nos confesó que tenía un poco de miedo de la reacción del público ante una obra tan polémica y conmovedora.
Una de las decisiones más acertadas de Tiago Correa como director de “Tierra de Fuego” fue optar por una escenografía minimalista y un espacio vacío, donde los actores que no están en escena permanecen como testigos de la acción. De esta manera, se le da más importancia a la palabra y al discurso que a los objetos y al contexto. Así, el público puede concentrarse en el mensaje de la obra y en la interpretación de los actores, que logran transmitir las emociones y los conflictos de sus personajes con gran maestría.