El taco. Más que un simple platillo, es un estandarte cultural, un lienzo en blanco donde convergen tradición e innovación. En la Ciudad de México, epicentro de una gastronomía vibrante y en constante evolución, el taco trasciende la banqueta para reclamar su lugar en escenarios más sofisticados. Hoy, 31 de marzo, mientras el país celebra el Día del Taco, nos adentramos en un recorrido que desafía lo convencional, explorando propuestas que reinterpretan este ícono con audacia y maestría. Olvida por un momento el bullicio callejero y acompáñanos a descubrir cómo algunos templos del buen comer rinden homenaje al taco, elevándolo a una experiencia que exige ser vivida, no solo consumida.
La verdadera apreciación culinaria, esa que busca NEOMEN al explorar las tendencias que definen el estilo de vida masculino contemporáneo, a menudo reside en mirar más allá de lo evidente. El taco, omnipresente y democrático, esconde en su aparente simplicidad una complejidad fascinante. Mientras millones celebran con sus versiones favoritas, un círculo más selecto busca la reinvención, la sorpresa, el giro inesperado que redefine un clásico. En la CDMX, esta búsqueda nos lleva por caminos menos transitados, donde chefs visionarios se atreven a deconstruir y reconstruir, ofreciendo perspectivas únicas sobre lo que un taco puede llegar a ser. No se trata solo de comer, sino de entender la narrativa detrás de cada creación, el porqué de cada ingrediente, la intención detrás de la técnica.
Nuestra primera parada nos sitúa en la Colonia Juárez, específicamente en Oxford 23. Aquí, el restaurante Sonia presenta una propuesta que rompe esquemas: un Omakase de tacos. Sí, has leído bien. En colaboración con el respetado chef Pablo Salas, Sonia ofrece un viaje curado de cinco tiempos donde el taco es el protagonista absoluto. Por $650 pesos, se promete una inmersión en los sabores más emblemáticos de la capital, filtrados por una visión contemporánea y audaz. Esta no es una taquiza cualquiera; es una declaración de principios culinarios, una experiencia íntima diseñada para paladares que valoran la exclusividad y la curaduría detallada, un reflejo de cómo la alta cocina puede dialogar con la tradición más arraigada sin perder su esencia.

Cambiamos de escenario y nos dirigimos al sur, al corazón de San Ángel. En Magda (Museo del Carmen 4), la celebración adopta un matiz distinto, anclado en la robustez del sabor norteño. Del 27 al 31 de marzo, su carta se engalana con unos tacos de chicharrón norteño que prometen ser memorables. Aquí, la sofisticación no reside en la deconstrucción, sino en la ejecución impecable de una receta con carácter. Es un guiño a la tradición, sí, pero presentado en un entorno que invita a la pausa y al disfrute pausado. Magda demuestra que la excelencia puede encontrarse tanto en la innovación radical como en el perfeccionamiento de lo conocido, ofreciendo un balance que muchos buscan: autenticidad con un toque de refinamiento.

Para aquellos cuyo paladar se inclina hacia los dominios del mar, la Colonia Roma alberga una joya indispensable. Marea (Sinaloa 248), bajo la batuta de la chef Lula Martín del Campo una figura cuyo trabajo seguimos de cerca por su constante búsqueda de calidad y frescura, se convierte en un destino obligado. Sus tacos, como el aclamado Taco de Jaiba Suave o el Taco de Camarón Suave, son una oda a la frescura del Pacífico. Cada bocado transporta, combinando la delicadeza del producto marino con la estructura reconfortante del taco. Es una propuesta que habla de calidad sin estridencias, de sabor puro y de un respeto profundo por el ingrediente, ofreciendo una alternativa ligera, pero llena de carácter para celebrar este día.

Finalmente, nuestra ruta nos lleva aún más al sur, a Tlalpan. En Parrilla Paraíso (Santa Úrsula 34), la celebración del Día del Taco adquiere un acento inesperado: el del asado uruguayo fusionado con la tradición mexicana. Este enclave, conocido por su maestría en las brasas, presenta opciones que desafían cualquier expectativa. Tacos de arrachera con ese sabor inconfundible del fuego directo, un sorprendente taco de chicharrón de pulpo que juega con texturas y sabores marinos intensos, y opciones con hongos para quienes buscan alternativas vegetales robustas. Parrilla Paraíso ofrece una experiencia decididamente masculina, contundente, donde la calidad de la carne y la técnica de asado se encuentran con la versatilidad del taco, creando combinaciones audaces y profundamente satisfactorias.

El Día del Taco es más que una fecha en el calendario; es un recordatorio de la riqueza y la adaptabilidad de la gastronomía mexicana. Las propuestas de Sonia, Magda, Marea y Parrilla Paraíso son apenas una muestra de cómo este platillo sigue inspirando creatividad y excelencia. Celebrarlo va más allá de simplemente comer tacos; implica reconocer su valor cultural y apreciar a quienes, con visión y respeto, se atreven a llevarlo a nuevos territorios. Sin embargo, en este panorama de innovación, la pregunta persiste: ¿Toda reinterpretación honra verdaderamente al original? La respuesta, quizás, reside en la experiencia individual, en la búsqueda personal de autenticidad y sabor.