Hay una fuerza poderosa en el acto de mostrarse tal como uno es, sin atajos, sin disfraces.
En un mundo donde las imágenes suelen decir más de lo que el lenguaje puede expresar, a veces una silueta, una mirada o el contorno de un cuerpo en movimiento bajo la luz del sol tiene el poder de redefinir lo que entendemos por deseo, libertad y pertenencia. Y eso es exactamente lo que transmiten las nuevas imágenes del actor Cooper Koch, capturadas por el legendario Mert Alas, donde cada centímetro de piel, tela y sombra forma parte de un manifiesto visual que celebra el Orgullo desde una perspectiva renovada: masculina, sensual y profundamente humana.
La estética retro-fitness que inspira esta colección no es casualidad. Remite a una época de cuerpos libres y rutinas sin filtros, donde el ejercicio no era solo un hábito físico sino también una forma de autodefinición y resistencia. Hoy, esa misma actitud se reinterpreta con una frescura contemporánea que permite habitar el cuerpo desde el goce y la autenticidad. Shorts ajustados, camisetas que rozan la piel y una ropa interior que no teme al color ni al corte: cada pieza es una invitación a moverse, a mostrarse, a sentirse cómodo con uno mismo. El cuerpo no como herramienta de validación, sino como símbolo de orgullo.

El actor Cooper Koch, conocido por sus interpretaciones intensas y por su capacidad de proyectar vulnerabilidad sin perder fuerza, encarna a la perfección el espíritu de esta entrega. Bajo la dirección visual de Mert Alas, sus gestos y poses no solo transmiten sensualidad; hablan también de una masculinidad diversa, relajada y sin ataduras. Una masculinidad que no se limita ni se encierra en códigos antiguos, sino que abraza la libertad como principio rector. Y cuando eso se cruza con el lenguaje visual de una firma tan influyente como Calvin Klein, el resultado es una narrativa poderosa, moderna, y necesaria.




Más allá de los textiles y las imágenes cuidadosamente orquestadas, lo que realmente da valor a esta colección es su intención de amplificar voces. La colaboración con el artista Marc Hundley aporta una dimensión política y artística al proyecto, con gráficos audaces que funcionan como declaraciones personales e identitarias. Camisetas, tops y ropa interior no solo visten, también comunican. El arte gráfico se convierte en una extensión del cuerpo, una forma más de contar quién se es, a quién se ama y por qué se lucha. En un momento donde muchas marcas se acercan al Pride como un simple guiño estacional, resulta vital señalar el compromiso continuo con organizaciones que trabajan por la comunidad LGBTQIA+, más allá del mes de junio.

Hay algo profundamente liberador en ver cómo una marca icónica del estilo masculino se transforma para reflejar las complejidades del presente. Calvin Klein, con su conocida herencia minimalista y sensual, da un paso hacia adelante al reinterpretar su identidad a través del lente del orgullo. Lo hace con elegancia, sin excesos, dejando que la ropa y las imágenes hablen por sí solas, pero sin dejar de lado el contexto cultural que les da forma. Y es ahí donde esta propuesta encuentra su verdadero poder: no en el diseño por sí mismo, sino en la historia que cuenta.