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New Era, Diablos Rojos y Roji: cuando el arte oscuro se encuentra con el beisbol capitalino

En una era en la que los límites entre deporte, arte y moda se desdibujan con cada nueva colaboración, surgen proyectos que no únicamente redefinen las reglas del juego, sino que cuestionan lo que realmente significa pertenecer a una cultura.

Porque hoy, ser aficionado ya no se trata únicamente de asistir al estadio, ondear una bandera o portar un color. Ser aficionado también es elegir una estética, adoptar un símbolo, habitar una narrativa. Y en esa frontera donde lo visual se convierte en actitud, surge el “S.A.D. Project”, una intersección entre rebeldía creativa, identidad colectiva y sofisticación urbana.

La capital del país nunca ha necesitado pedir permiso para destacar. Entre edificios desgastados por el tiempo, muros intervenidos con tinta y protesta, y avenidas que cuentan su propia historia, ha nacido una generación que abraza lo híbrido y lo simbólico. En ese ecosistema visual emerge con fuerza Rodrigo Roji, artista que entiende la ciudad no como fondo, sino como protagonista. Su lenguaje plástico es oscuro, sí, pero también profundamente latinoamericano, profundamente mexicano: un equilibrio entre lo gótico y lo folklórico, entre el cómic y la herencia prehispánica. Su estilo, tan denso como fascinante, lo ha llevado de las galerías al mundo del streetwear, y ahora al diamante beisbolero más icónico del país: el de los Diablos Rojos del México.

Lo que comenzó en 2024 como una colaboración puntual con art toys, maduró en 2025 hasta consolidarse en una colección cápsula que no solo viste a los fans, sino que les entrega un manifiesto. “S.A.D. Project” acrónimo de “Siempre Ando Diablo” es la culminación de una alianza entre Roji, el equipo más laureado del beisbol nacional y New Era, firma que ha logrado convertir el headwear en símbolo de estatus, de pertenencia, de provocación.

Esta colección se siente como una declaración gráfica de identidad, una que no necesita gritar para imponer presencia. Cada pieza está diseñada con la misma precisión con la que se ejecuta un tatuaje que marca el cuerpo para siempre. Desde las gorras en siluetas como 59FIFTY o Bucket Hat hasta las varsity jackets en tonos cosmic pink y camel, el imaginario de Roji se funde con la esencia aguerrida de los Pingos. El personaje ‘Rub’, ahora convertido en Diablo, aparece en bordados minuciosos que evocan más un ritual que un accesorio de moda. Las tipografías góticas, las frases como “Siempre ando Diablo” o un poderoso “México” en la corona de las gorras, convierten estas piezas en armaduras para una generación que se expresa sin miedo.

Uno de los mayores aciertos de esta colaboración es la manera en la que resignifica elementos profundamente nostálgicos. El parche “D.F.” bordado en las mangas de las chamarras es una oda al Distrito Federal que vio nacer la leyenda escarlata. No es solo una referencia geográfica, es un guiño a un pasado que sigue vivo en la memoria de miles, un pasado que se niega a ser borrado por el cambio de siglas.

Lo más relevante del “S.A.D. Project” no es su diseño aunque es impecable ni su exclusividad aunque también lo sea, sino la profundidad simbólica con la que redefine lo que significa vestir una franquicia. Esta no es una colección para fanáticos casuales, es para quienes ven en el arte un espejo de su identidad y en la moda una herramienta para afirmarla. Desde los jerseys con la leyenda “MÉXICO” en el pecho hasta las camisetas exclusivas que solo se consiguen en el Estadio Alfredo Harp Helú, todo en esta entrega transmite una narrativa: la de un equipo que no teme mezclarse con la calle, con el arte urbano, con la visión de un creativo que no juega con reglas impuestas.

New Era, sin recurrir a fórmulas obvias, ha vuelto a demostrar por qué sigue a la vanguardia del streetwear global. Su apuesta por esta colaboración no solo enriquece el universo de los Diablos Rojos del México, sino que ofrece a sus seguidores piezas de culto, aquellas que no se compran, se coleccionan. Y eso, en tiempos de sobreproducción estética, es un lujo.

El “S.A.D. Project” es una invitación a habitar el lado oscuro de la pasión. A reconocerse en el arte, en la calle, en el pasado, y sobre todo, en la transformación. Esta colección no pretende agradar a todos, y ahí radica su fuerza.

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