La silueta que definió la masculinidad de los 2000 regresa, pero ahora sin guitarras. TikTok y la nostalgia visual han traído de vuelta a los “Hedi Boys”: delgados, pálidos y enfundados en skinny jeans negros. ¿Es solo estilo o un símbolo de algo más profundo?
En la moda masculina, pocas figuras han dejado una huella tan profunda y duradera como Hedi Slimane. Su trabajo en Dior Homme a principios de los 2000, y más tarde en Saint Laurent, redefinió el concepto de masculinidad con una visión que rompía esquemas: cuerpos extremadamente delgados, prendas ajustadas, y una estética andrógina con un aire rebelde y melancólico. Ahora, más de dos décadas después, ese estilo vuelve a cobrar vida, pero desde una nueva perspectiva, impulsado por una generación que lo viraliza a través de TikTok, sin el componente musical que lo acompañaba originalmente.
Cuando Slimane asumió la dirección creativa de Dior Homme en 2001, la moda masculina se encontraba en un momento de transición. Él introdujo una silueta radicalmente distinta: pantalones pitillo que se pegaban a la piel, chaquetas entalladas y un look que fusionaba el minimalismo con la estética rockera. Esta nueva masculinidad no se medía en cuerpos escultóricos, sino en delgadez extrema y actitud. Los “Hedi Boys”, como fueron llamados, eran jóvenes con cuerpos casi andróginos, que portaban cazadoras de cuero, botas puntiagudas y gafas oscuras, con un aura de misterio y distanciamiento.

Este estilo se convirtió en un fenómeno cultural, un emblema de una generación que abrazó la moda como un lenguaje para expresar sensibilidad, rebeldía y sofisticación. La música era un aliado inseparable: el punk, el rock y el grunge daban sonido a estas imágenes, reforzando el carácter contracultural del movimiento.
Entre la elegancia y la polémica de Hedi Slimane
Hoy, en 2025, la figura delgada y los skinny jeans vuelven a las pasarelas y las calles, pero con un matiz diferente. Ya no es un símbolo ligado a la música o a una subcultura específica, sino una tendencia estética que se viraliza en TikTok. Los creadores de contenido reproducen esta silueta con una conciencia estilística pura, casi como un homenaje visual a una época que parece lejana, pero que vuelve con fuerza.
La silueta delgada — al más puro estilo de un parisian boy —, los skinny jeans y las prendas en negro se combinan con poses estudiadas y filtros que aportan una atmósfera nostálgica. Sin embargo, el contexto ha cambiado: la música ha quedado en segundo plano, y la contracultura se ha diluido en favor de un ejercicio estético que juega con la imagen y la autoexpresión en la era digital.
No es casual que esta estética también suscite debate. La delgadez extrema que popularizó Slimane en su momento fue llamada “heroin chic” por algunos, un término que aludía a la belleza frágil y pálida ligada a modelos que parecían desgastados por el exceso. En un momento histórico donde la diversidad corporal es más valorada, la vuelta de este canon genera críticas y cuestionamientos sobre los estándares de belleza.

Sin embargo, para muchos estilistas y diseñadores, la silueta delgada de Hedi Slimane sigue siendo una forma de elegancia y una manera de potenciar la arquitectura del cuerpo a través de la ropa. Es una estética que, más allá de sus connotaciones, ofrece una línea visual definida y sofisticada que se adapta bien a las necesidades del estilo contemporáneo.
Hoy, más que una simple tendencia, el revival de la estética Slimane habla del poder de la imagen como forma de identidad. En una era dominada por el algoritmo, los skinny jeans y la silueta andrógina regresan no como símbolo de rebeldía, sino como ejercicio de estilo, memoria visual y validación digital. Y aunque el rock haya quedado en silencio, la pose sigue diciendo mucho.