Hay temporadas que no solo visten, sino que relatan una historia: de la búsqueda de identidad, de la reinvención de lo clásico y de la constante tensión entre lo instintivo y lo refinado.
El otoño/invierno es mucho más que frío: es territorio de exploración, de capas y de carácter. Ahí, donde el aire se espesa y todo se desacelera, la masculinidad entra en estado expansivo; una oportunidad para desafiar reglas y redibujar la silueta propia. En ese pulso entre lo atemporal y lo audaz comienza esta temporada.
La propuesta de Sandro Homme para el Otoño-Invierno 2025 dialoga con el presente sin miedo al futuro. Dinámico y vanguardista, el guardarropa de la marca fusiona influencias náuticas con ecos artísticos y una modernidad funcional, pensada para hombres que no temen explorar su dualidad: fluidez y contención. La colección se convierte en escenario donde los esenciales atemporales se reescriben; siluetas libres y eclécticas se contraponen con detalles gráficos y texturas sensoriales. Aquí, el layering no es accidente: es manifiesto de comodidad sofisticada, proporciones meditadas y claridad conceptual.
Vestir esta colección significa entrar en juego táctil: cashmere jaspeado, lana cruda, cuero envejecido, textiles técnicos, rafia y gamuza conviven en una sinergia genuina. Las texturas trasladan el protagonismo hacia la experiencia: cada fibra, cada capa, cada interacción revela un carácter particular y un statement sutilmente rebelde. Las prendas de punto ligeras, los abrigos escultóricos y la mezlilla texturizada juegan en una armonía instintiva y fluida, demostrando que la evolución masculina no tiene reglas fijas, solo caminos inteligentes y atrevidos.
El color no es accesorio, es voz protagónica. La colección articula una paleta sofisticada de neutros terrosos, intensos azules y negros, vibrantes rojos y verdes energéticos. Los acentos de rosa y ocre marcan el tempo y dotan de cadencia visual a un conjunto en permanente transformación cromática y táctil. Los estampados florales inspirados en acuarelas suavizan cortes arquitectónicos, creando esa yuxtaposición necesaria entre estructura y fluidez, entre lo tradicional y lo onírico.
El varsity spirit atraviesa la colección. Prendas clásicas de guardarropa abrazan una actitud relajada, elevando el ADN prep a sensaciones más mundanas y urbanas. Al tiempo, la ropa técnica de abrigo se afirma como pilar: piezas pensadas para enfrentar la temporada con estilo irrebatible y funcionalidad donde cada movimiento importa. Sandro Homme demuestra que seguridad y minimalismo sensuales pueden ir de la mano sin sacrificar identidad ni presencia.
