Fiel a la pasión de su directora artística por las piedras preciosas, Chopard da a conocer nuevas joyas con ocasión de la Semana de la Alta Costura de París. Diamantes, rubís, zafiros y turmalinas Paraíba excepcionales componen este joyero lleno de colores y de luz que muy pronto los artesanos de la Casa sublimarán en unas creaciones de Alta Joyería de un encanto fascinante.
Desde hace varios años Chopard dedica su tradicional cita de la Semana de la Alta Costura parisina a la presentación de las piedras preciosas más bellas. Desde su infancia, la copresidenta y directora artística de la Casa, Caroline Scheufele, siente una auténtica pasión por las gemas excepcionales.
Dotada de un instinto natural y de un ojo experto, viaja por el mundo para alimentar su creatividad sin límites en busca de los especímenes más codiciados. Así fue como en 2017 Chopard tuvo el honor de presentar The Garden of Kalahari, una colección imaginada en torno a un extraordinario diamante en bruto de 342 quilates que dio vida a un conjunto formado por 23 diamantes, cinco de los cuales son diamantes de grado D-Flawless de más de 20 quilates.
Otra piedra en bruto de gran pureza, la esmeralda Chopard Insofu (6,225 quilates), se encuentra actualmente entre las manos expertas de los artesanos de la Casa para brillar dentro de una futura colección todavía en ciernes. Hoy se desvelan unas nuevas gemas, como presagio del esplendor joyero que únicamente Caroline Scheufele podría imaginar.
Unos zafiros que brillan como el sol, un par de zafiros amarillos de Ceilán, conocida como la “Isla de las Piedras Preciosas”, abre el baile de las presentaciones. Los dos están delicadamente tallados en ovalado y pesan 151,19 y 127,70 quilates respectivamente. Además de su impresionante tamaño, poseen una pureza excelente y un tono perfectamente igualado, además de una estructura uniforme característica de los mejores zafiros de Ceilán.
Luminosos como astros solares, están destinados a adornar una sortija de audaz diseño a juego con un brazalete. Colores naturales Otro zafiro de 26,70 quilates de color Royal Blue, el tono más valorado completa la familia de los corindones.