¿Qué pasa cuando una regla se convierte en un juego? ¿Cuándo lo que parece una imposición se transforma en una oportunidad? ¿Cuándo lo que nos limita nos libera? Eso es lo que propone Pierpaolo Piccioli, el director creativo de Valentino, con su colección Otoño/Invierno 2023, inspirada en el concepto de Black Tie.
El Black Tie es un código de vestimenta formal que se suele usar en eventos nocturnos y que se caracteriza por el uso de la corbata negra, un símbolo de elegancia y poder masculino. Sin embargo, Piccioli no se conforma con seguir las normas establecidas, sino que las cuestiona, las rompe y las reinterpreta a su manera, creando una colección que desafía los estereotipos y celebra la diversidad.
La corbata negra se convierte en el leitmotiv de la colección, pero no como un accesorio rígido y aburrido, sino como un elemento versátil y lúdico que se adapta a diferentes prendas y situaciones. La corbata se desata, se fusiona con la camisa, se transforma en vestidos y batas, se combina con faldas largas o cortas, se lleva tanto por hombres como por mujeres. La corbata se libera de su significado original y adquiere uno nuevo, más dinámico y moderno.
La colección también juega con los contrastes entre lo formal y lo informal, lo clásico y lo contemporáneo, lo sobrio y lo colorido. La sastrería se mezcla con la alta costura, los estampados gráficos con la artesanía superlativa, el Rockstud con el renacimiento y el punk. Todo ello forma parte de la identidad multifacética de Valentino, una casa que respeta su herencia, pero que también mira al futuro.
El Black Tie de Piccioli no es un uniforme que nos homogeneiza, sino una invitación a expresar nuestra personalidad. El Black Tie no nos restringe, sino que nos emancipa. El Black Tie no es una regla, sino un juego.
Pero, ¿qué es lo que hace que esta colección sea tan especial? ¿Qué es lo que la diferencia de otras propuestas de moda? ¿Qué es lo que la hace fresca, rebelde y un tanto crítica? Para responder a estas preguntas, vamos a analizar algunos aspectos clave de la colección:
- La subversión del código: Piccioli toma el Black Tie como una figura retórica, es decir, como una forma de expresión que se aparta del sentido literal o convencional para crear un efecto estético o persuasivo. Así, el Black Tie deja de ser una simple instrucción o una limitación para convertirse en una invitación a experimentar con las posibilidades creativas del vestir. Piccioli subvierte el código al cambiar su función, su forma y su contexto.
- La redefinición del género: Piccioli rompe con las barreras de género que suelen asociarse al Black Tie, ofreciendo una visión más inclusiva y fluida de la moda. El Black Tie deja de ser un símbolo exclusivo del poder masculino para convertirse en un signo compartido por hombres y mujeres. Además, Piccioli juega con las siluetas, los volúmenes y los detalles para crear prendas que no se ajustan a los roles tradicionales de género, sino que los cuestionan y los trascienden.
- La reinterpretación de la historia: Piccioli reinterpreta la historia de la moda y de la cultura a través del Black Tie, creando un diálogo entre el pasado y el presente. El Black Tie se relaciona con la herencia de la Maison Valentino, su vocabulario propio -gestos de alta costura, estampados gráficos, artesanía superlativa- y sus valores fundacionales. Pero también se conecta con otras referencias históricas y culturales, como el renacimiento italiano o el movimiento punk británico. Así, el Black Tie se convierte en un puente entre diferentes épocas y estilos.
- La celebración de la diversidad: Piccioli celebra la diversidad humana a través del Black Tie, mostrando que hay tantas formas de vestir como personas hay en el mundo. El Black Tie no impone una uniformidad que nos anula, sino que propone una homogeneidad que nos respeta. El Black Tie no nos hace iguales, sino que nos hace únicos. El Black Tie no nos borra, sino que nos resalta.
