En un mundo donde la moda parece girar en un ciclo de reinvención interminable, existen momentos donde la industria se detiene, toma aire y decide mirar hacia adentro, buscando algo más profundo, algo que perdure.
Es aquí donde entra Bottega Veneta con su campaña Winter 24, una propuesta que trasciende el simple acto de vestir para explorar los conceptos de resiliencia, introspección y renacimiento. En esta ocasión, la casa italiana se aleja de la pompa urbana para buscar inspiración en paisajes áridos y desafiantes, donde la vida no solo sobrevive, sino que prospera, dando lugar a una narrativa única en el mundo del lujo contemporáneo.
La visión creativa de Matthieu Blazy, director artístico de Bottega Veneta, ha sabido captar la esencia de estos escenarios inhóspitos, trasladando su crudeza y belleza al lenguaje de la moda. Tomando como lienzo las vastas tierras de Utah y Nevada, aledañas al enigmático Área 51, Blazy orquesta una sinfonía visual que une lo humano con lo natural. La campaña no se limita a exhibir prendas; presenta una filosofía, un manifiesto donde la autenticidad se revela en su forma más pura. La elección de estos paisajes —capturados magistralmente por el fotógrafo Alec Soth, reconocido por su habilidad para retratar la América profunda— no es casualidad: cada imagen encierra un mensaje de resistencia y renacimiento.
En cada escena, los modelos se integran con el entorno, enmarcados por rocas imponentes, caminos solitarios, montañas lejanas, y vegetación desértica que parece desafiar las leyes de la naturaleza. Las prendas de Bottega Veneta no buscan sobresalir de manera ostentosa, sino dialogar con su entorno, fundiéndose con él para resaltar la conexión entre lo humano y lo natural. Esta colección se inspira en la vida que resiste, la que prospera en medio de la adversidad, y celebra una forma de ser que encuentra su fortaleza en lo inesperado.
Rahim Fortune, encargado de dirigir el film de la campaña, añade una capa narrativa que refuerza este sentimiento de introspección y exploración. El cortometraje, musicalizado por Le Motel, nos lleva a un recorrido sensorial a través del desierto, alternando momentos de calma y descubrimiento con escenas cargadas de urgencia y propósito. Las imágenes de los modelos moviéndose con determinación, explorando su entorno, se intercalan con primeros planos de plantas frágiles que tiemblan al viento, creando un contraste que resalta la delicadeza y la fuerza que coexisten en el mismo espacio. La música, con sus notas de fuego crepitante y viento ambiental, crea una atmósfera de anticipación que captura al espectador en un estado de constante expectativa.
Bottega Veneta presenta esta colección como una invitación a mirar más allá de lo superficial, a cuestionar la percepción de lujo, a entender que lo verdadero se encuentra en lo genuino, en lo que resiste el paso del tiempo y se adapta sin perder su esencia. En un momento donde la moda rápida y el consumismo parecen dominar la narrativa, Winter 24 se posiciona como una declaración audaz en favor de la autenticidad y la introspección.
La elección de los modelos, bajo la dirección de casting de Anita Bitton, refleja esta diversidad y fortaleza inherente en cada rostro, cada cuerpo que habita este paisaje. Figuras como Mariacarla Boscono, Imaan Hammam, y Luke Clod encarnan una visión del lujo que no está atada a una sola identidad, sino que celebra la multiplicidad, la diferencia y la individualidad. Esta es una colección para aquellos que no solo quieren ser vistos, sino que desean dejar una impresión duradera.
