Imagina un día cálido de primavera en la costa, donde el mar parece extenderse hasta el horizonte y cada ola refleja el destello dorado del sol. No es solo una playa; es una escena que evoca un estado de libertad, un escape, una pausa del ritmo acelerado de la vida moderna. La brisa marina, el aroma de la sal en el aire, y un grupo de amigos que ríen despreocupadamente mientras juegan al tenis en la arena. Este es el ambiente que la colección Spring-Summer 2025 de Lacoste busca recrear, tomando como inspiración no solo el deporte que ha definido la marca desde sus orígenes, sino también la sensación de camaradería y ligereza que surge cuando dejamos atrás la rutina.
René Lacoste, más allá de ser un ícono del tenis, fue un símbolo de elegancia y relajación. Las imágenes que lo retratan durante las vacaciones con sus amigos en la costa del suroeste de Francia nos transportan a una época donde la vida parecía más simple, más auténtica. Era el reflejo perfecto del espíritu de los años 20, una década que, como ahora, buscaba el optimismo en medio de la incertidumbre. Y es precisamente ese sentido de despreocupación y libertad lo que la directora creativa Pelagia Kolotouros y su equipo han canalizado para dar forma a una colección que no solo celebra la herencia deportiva de Lacoste, sino que también reinterpreta su legado con una visión fresca y moderna.
En un mundo que anhela desconexión y espontaneidad, Lacoste ofrece un vestuario versátil que fluye del deporte al ocio sin esfuerzo. Desde las canchas de tenis hasta una tarde bajo el sol, la colección combina elegancia y funcionalidad. La línea masculina destaca por su sencillez refinada: americanas suaves que evocan el estilo del fundador, pantalones cortos que ofrecen un rendimiento óptimo, y polos con escotes profundos que aportan un toque sensual a la tradicional estética deportiva. Estos detalles reflejan una dualidad fascinante entre lo formal e informal, donde cada pieza está diseñada no solo para ser funcional, sino también para resaltar la personalidad de quien la lleva puesta.
Lo que realmente destaca en esta colección es la manera en la que Lacoste juega con los contrastes. Las siluetas son fluidas, ligeras, y a la vez, imponentes en su simpleza. Las texturas cuentan historias: desde el bouclé jacquard hasta el delicado ribete de encaje que añade un toque de sensualidad. Los acabados satinados evocan el brillo del océano bajo el sol, mientras que los micro-motivos y estampados artísticos añaden una capa de profundidad que invita a explorar cada detalle. Es, sin duda, un equilibrio entre lo táctil y lo visual, donde cada prenda se siente como una obra de arte que cobra vida al ser usada.
La paleta de colores es otro punto culminante de la colección. Lacoste ha optado por una base neutra de tonos tierra, que van desde los tostados más suaves hasta un espresso intenso. Sobre esta base, los estallidos de amarillo y verde inyectan vitalidad y energía, creando un contraste que resalta la jovialidad y el espíritu fresco de la colección. Estos colores, lejos de ser meramente decorativos, aportan una sensación de dinamismo y frescura, recordándonos que, aunque el tiempo pase, el estilo auténtico permanece.
El homenaje a los iconos de la Maison también es evidente. El célebre cocodrilo, reinterpretado una y otra vez, aparece en formas inesperadas, desde joyas hasta detalles bordados. Pelagia Kolotouros juega con la historia de la marca, extrayendo referencias de archivo, como las raquetas y pelotas de tenis, y fusionándolas con la modernidad del presente. Es un diálogo entre el pasado y el futuro, donde cada pieza cuenta una historia de evolución y reinterpretación.
Con la colección Tennis to the Seaside, Lacoste no solo nos recuerda su rica herencia en el mundo del tenis, sino que también nos invita a redescubrir la alegría de vivir, el valor de la desconexión y el poder del estilo relajado pero refinado. La moda, en este contexto, no es solo una declaración estética; es una forma de vivir. Porque, al final, lo que llevamos puesto debe reflejar no solo quiénes somos, sino también quiénes aspiramos ser.