La moda ocurre donde las miradas se encuentran con una idea de futuro. En la Ciudad de México, ese cruce tiene fecha y lugar: del 15 al 18 de octubre, una semana que conecta creatividad, cultura y un pulso deportivo que ya vibra hacia 2026.
En esa intersección, dos rostros dialogan con el país que somos y el que aspiramos a ser: Renata Notni y Santiago Giménez. No se trata de titulares grandilocuentes; es el reconocimiento de una generación que exige ambición, técnica y propósito.
La nueva campaña de Volvo Fashion Week México pone a Renata y a Santiago como símbolos de disciplina y proyección global. Ella, actriz con trayectoria consolidada y presencia en la conversación cultural; él, futbolista que encarna el rigor competitivo y la ética del alto rendimiento. Juntos dibujan un mapa emocional para esta edición: el talento mexicano que conquista fuera y vuelve a casa con la convicción de elevar el estándar. El mensaje se siente directo: la moda no vive aislada, dialoga con el deporte, la música, el cine y el diseño para construir referencias más potentes y duraderas.
El puente entre moda y movilidad no es un capricho estético; es una decisión técnica. En esta narrativa aparece el Volvo XC90 híbrido enchufable, un SUV que refleja el tránsito real de las ciudades: eficiencia eléctrica para el día a día, autonomía combinada para rutas largas y un cockpit digital con servicios integrados que facilitan navegación, asistencia y entretenimiento. Ese set de tecnologías ya es estándar en la conversación de lujo contemporáneo y deja claro que el estilo, sin ingeniería, se queda a medio camino.

Más allá de la ficha técnica, importa la dirección: electrificación como competitividad, seguridad como lenguaje, tecnología como aliado silencioso que no roba escena a la ropa, sino que la hace viable en el mundo real. El énfasis en propuestas y experiencias con menor impacto ambiental alinea esta edición con una idea simple, pero contundente: la responsabilidad ya no es tendencia, es métrica de modernidad.
Este octubre también se lee como prólogo del camino rumbo a 2026. El torneo más visto del planeta tendrá sedes en México, Estados Unidos y Canadá, con calendario del 11 de junio al 19 de julio y un formato ampliado que pondrá a prueba infraestructura, ciudades y audiencias. Para la industria creativa, esto representa una ventana única: turismo, hospitalidad, retail y contenido cultural se vuelven parte del mismo ecosistema. La moda mexicana tiene una oportunidad sensata para mostrarse con identidad, calidad y logística a nivel mundial.
La campaña, en ese sentido, es un movimiento estratégico: vestir el país que será vitrina. El diálogo con el deporte no busca adhesiones fáciles; propone exigencia. Si el futbol levanta estándares atléticos, la moda debe responder con patronaje impecable, producción responsable y storytelling que aguante el archivo.
La producción se realizó en Estudios Maravilla, uno de los complejos audiovisuales más activos de la capital. Foros, camerinos y logística para equipos grandes permiten que la estética planeada exista sin compromisos técnicos. En una semana donde el tiempo vale más que el oro, una base operativa robusta es tan importante como una prenda bien armada. Dirección de arte, styling y foto funcionan aquí como un engranaje, no como departamentos aislados.
Dirección creativa y producción afinan un relato limpio, cinematográfico, con acentos de lujo medidos. Fotografía, dirección de video y styling rematan con precisión: joyería con acento internacional, siluetas que subrayan movimiento y una lectura editorial que privilegia estructura sobre ruido. En ese marco, la presencia de Renata Notni y Santiago Giménez no es cameo, es centro: personalidad, físico y actitud puestos al servicio de un guion visual que entiende el tiempo de las redes sin sacrificar el archivo.
En el Volvo XC90 híbrido conviven seguridad de referencia, suite digital integrada y un diseño interior pensado para viajar, producir y vivir entre locaciones. Para jornadas que salen de set a premiere, la ergonomía no es lujo; es rendimiento. Ese enfoque pragmático conecta con la visión de esta edición: creatividad que se mide en impacto real, no solo en impactos de prensa.
México tiene una manera particular de mirar el mundo: con hambre, con memoria y con estilo. Esta campaña lo confirma sin aspavientos. Entre pasarela y cancha, entre reflector y tablero de control, lo que importa es la ingeniería humana detrás de cada logro.
