Ciudad que late a 2,240 metros sobre el nivel del mar, rutas que suben y bajan como si la respiración también fuera parte del recorrido, y un ritual que se repite cada agosto: el Maratón de la Ciudad de México.
Correr aquí no es solo cuestión de piernas; es técnica, estrategia y respeto por la altura. Y cuando el reloj aprieta en los entrenamientos de ritmo y en esos kilómetros que enseñan humildad el calzado deja de ser accesorio y se vuelve herramienta.
El 31 de agosto de 2025, el XLII Maratón de la Ciudad de México tomará las avenidas más emblemáticas de la capital. La salida, la altimetría y los tramos con cambios de elevación recuerdan por qué esta prueba es tan respetada: aquí se corre con cabeza, midiendo pulsaciones, cadencia y economía de carrera. Toda preparación inteligente para CDMX contempla sesiones a ritmo controlado y bloques específicos en los que el calzado no estorbe, no pese y responda cuando el oxígeno cobra impuestos.

La altura castiga el exceso: demasiada rigidez, fatiga; demasiada amortiguación borra el “feel” del asfalto. En un entorno así, una zapatilla ligera, reactiva y flexible se convierte en aliada para tempos, intervalos y rodajes vivos sin el peaje metabólico de una placa. Ahí entra con contundencia Adizero Evo SL, pensada para entrenar rápido con un lenguaje de diseño minimalista y limpio, heredado de la escuela Adizero, y con una construcción que favorece la economía de zancada sin imponer un “estilo único” de pisada. Probadores especializados la han catalogado como una de las opciones más versátiles del año, justo en esa frontera entre rendimiento y comodidad cotidiana.
Bajo el perfil estilizado líneas claras y tres franjas que parecen acelerar con el movimiento la Adizero Evo SL usa Lightstrike Pro a lo largo de toda la entresuela: una espuma súper ligera y elástica, concebida para limitar la pérdida de energía y mantener el retorno en cada apoyo. No hay barras de rigidez ni placa: la sensación es más natural, con transición fluida y respuesta inmediata, ideal para afinar la técnica a ritmo de maratón.

La parte superior de malla de ingeniería ventila y estabiliza sin puntos de presión, favoreciendo un ajuste seguro para trabajo de pista, cuestas y progresivos en avenida. En la suela, compuestos ligeros priorizan agarre y recorte de gramos. El conjunto logra pesos de referencia realmente contenidos (aprox. 188 g en mujer y 224 g en hombre, talla UK 8.5 como punto de comparación), números que ayudan cuando el pulso sube por la altitud.
Hay algo elegante en una pieza que habla poco y rinde mucho. adidas integra en la Evo SL el ADN visual que ya vimos en la familia Adizero acabado minimalista, blanco limpio y franjas oscuras con sensación de movimiento, pero la decisión clave está en el uso cotidiano: entrenar rápido, repetir gestos de carrera y llegar a la semana del maratón sin piernas “pasadas” por exceso de placa. Es el caballo de batalla que permite reservar las súper-racers para el día D, sin sacrificar sensaciones.

Preparar el Maratón de la CDMX exige entender la fisiología de la altura: menor presión parcial de oxígeno, fatiga adelantada y una percepción del esfuerzo que engaña al reloj. En ese tablero, un entrenador rápido y flexible ayuda a sostener técnica y economía: contacto más eficiente, cadencia alta, menor derroche vertical. La ruta de 2025 regresa con secciones que suben y bajan y tramos para estirar zancada; elegir un calzado que responda sin “pelearte” el apoyo es una ventaja competitiva.
Para quienes preguntan por disponibilidad, adidas mantiene la Evo SL en su tienda en línea de México con precio $3,499 MXN y tallaje para hombre y mujer; también aparece en colorways adicionales según inventario. La utilidad está en el enfoque: usarla en bloques de ritmo, trabajos de umbral y sesiones de técnica exigentes rumbo al 42K.
