Existe una búsqueda inherente en el hombre, una necesidad imperiosa de encontrar significado en lo efímero, de trascender la superficialidad y conectar con algo auténtico.
En un mundo saturado de imágenes fugaces y narrativas vacías, la nueva campaña PV/25 de Gucci, “Where Light Finds Us”, se presenta como una exploración lírica de la conexión humana, un susurro poético en medio del ruido ensordecedor de la modernidad. No se trata simplemente de presentar una colección, sino de sumergirse en la complejidad de las emociones humanas, en la belleza sutil de los momentos compartidos y en la fuerza reveladora de la luz.

Bajo la dirección creativa de Sabato De Sarno y la lente magistral de Xavier Dolan, la campaña trasciende la estética convencional de la moda para adentrarse en un territorio más profundo y evocador. Dolan, conocido por su sensibilidad artística y su capacidad para capturar la intensidad de las relaciones humanas, construye una narrativa visual que se desenvuelve en la delicada frontera entre el sueño y la realidad.
Los espacios, bañados por una luz cálida y penetrante, se convierten en refugios íntimos donde los gestos cobran un significado trascendental, donde la mirada se convierte en un lenguaje universal y el silencio se llena de una elocuencia conmovedora.
Yara Shahidi y George MacKay, los protagonistas de esta historia, no son meros modelos; son intérpretes de una conexión profunda que se revela a través de fragmentos de emociones, de miradas furtivas y movimientos sutiles, evocando la complejidad de un encuentro significativo en un mundo cada vez más impersonal.

La luz, omnipresente en cada escena, no es un mero elemento estético, sino un agente revelador, un catalizador de emociones. Ilumina los rostros, resalta las texturas, define los contornos y, sobre todo, expone la vulnerabilidad y la autenticidad de los personajes. Es en esos instantes iluminados, en esos espacios donde la luz se filtra con delicadeza, donde se encuentra la verdadera esencia de la conexión humana. La colección con sus siluetas fluidas, sus tejidos ligeros y su paleta cromática que oscila entre la sutileza y la intensidad, se integra orgánicamente en esta narrativa, convirtiéndose en una extensión de la propia piel, en un reflejo del alma. La reinterpretación del icónico bolso Bamboo 1947, un clásico de la casa italiana, se presenta como un símbolo de la atemporalidad, un puente entre la herencia y la vanguardia.

Más allá de la belleza estética, la campaña nos invita a reflexionar sobre la importancia de la conexión humana en un mundo hiperconectado pero, paradójicamente, cada vez más aislado. Nos recuerda que la verdadera belleza reside en la autenticidad, en la fragilidad, en la capacidad de mostrarnos tal como somos, sin máscaras ni artificios. “Where Light Finds Us” no es solo una campaña de moda; es una oda a la humanidad, una invitación a encontrar la luz en la oscuridad, a abrazar la vulnerabilidad y a celebrar la belleza de lo efímero. Es una apuesta por la introspección, por la búsqueda de la belleza interior en un mundo que a menudo nos empuja hacia la superficialidad. Dolan, en sus propias palabras, busca evocar una sensación de “alivio”, un respiro de la vorágine cotidiana, un momento de conexión con lo esencial.