Hay autos que hacen ruido y hay autos que hacen silencio alrededor. En Monterey Car Week 2025, una silueta longtail de fibra de carbono cruzó el césped como un bisturí y el murmullo cambió de frecuencia.
El Fenomeno no busca complacerte: te mide el pulso, te acelera la respiración y te recuerda que el diseño el bueno no es ornamento, es presión arterial. Detrás, una idea afilada: celebrar dos décadas del Centro Stile con un objeto que no presume, actúa. Y sí, lo hace con el V12 más potente de su historia, ahora asistido por electricidad como un acorde adicional que sube la octava sin perder el tono.
El Fenomeno plantea una lectura hiper-elegante del ADN italiano: una línea central limpia, cabina esculpida y firma lumínica que reinterpreta la “Y” de la casa con un trazo vertical futurista. Estrena, además, el nuevo logotipo corporativo presentado en 2024: tipografía más ancha, paleta depurada (negro/blanco con acentos dorados y amarillo) y un toro que puede vivir por sí mismo en entornos digitales, todo coherente con el pulso visual que hoy reclama la marca. En su livery de lanzamiento Giallo Crius, las superficies superiores marcan músculo mientras los elementos aerodinámicos de la zona baja exhiben función pura. Diseño que rinde cuentas: cada arista trabaja.

El frente integra un S-Duct que aumenta carga y guía el flujo hacia el techo cóncavo; de ahí, el aire alimenta el airscoop del cofre del motor y la ala trasera móvil con perfil “omega”, estabilizando el auto a velocidades indecentes. Las puertas colaboran como conductos que reinterpretan la histórica toma NACA, mejorando en más de 30% la refrigeración lateral frente a un V12 de serie. Resultado: menos resistencia, más masa de aire a radiadores, más estabilidad.


En el monofuselage con estructura frontal en Forged Composite®, un V12 atmosférico de 6.5 litros (835 CV a 9,250 rpm) se abraza con tres motores eléctricos y una batería específica de 7 kWh. Rendimiento total: 1,080 CV (≈1,065 hp), 0–100 km/h en 2.4 s, 0–200 km/h en 6.7 s y >350 km/h de punta. La relación peso-potencia de 1.64 kg/CV es la mejor en su árbol genealógico. La transmisión DCT de 8 va transversal y permite un modo P3 100% eléctrico con tracción en las cuatro ruedas cuando la lógica lo pide. Control en 6 dimensiones: un nuevo sensor 6D trabaja con el Integrated Vehicle Estimator (IVE) sí, con filtrado Kalman y habla en tiempo real con el Integrated Power Brake (IPB) para afinar frenos y agarre sobre curbs y en apoyos fuertes. Es matemática aplicada a tu adrenalina.

El sistema CCM-R Plus toma lecciones de los LMDh y las baja a asfalto: discos con fibra larga en matriz de carbono, diseñados para estabilidad, coeficiente de fricción elevado y respuesta consistente en condiciones extremas. Ruedas forjadas de tuerca central (21”/22”) y neumáticos Bridgestone Potenza Sport a medida (265/30 ZRF21 y 355/25 ZRF22), con opción Run Flat Technology y un set semi-slick homologado para calle. Detalle que importa: el desarrollo virtual de llanta reduce prototipos físicos y recortes de materiales. Es performance con conciencia.

Adentro, el credo “Feel like a pilot” no es una frase bonita; es ergonomía aplicada. Posición de manejo baja y precisa, tres pantallas que limpian botones, asientos tipo cubo con estructura de carbono y detalles impresos en 3D (hasta en ventilas). La iluminación ambiental subraya la geometría de nave; si buscas un traje a la medida, Ad Personam abre una bóveda de más de 400 colores exteriores y combinaciones casi infinitas en materiales. Tecnología al servicio del enfoque: todo lo superfluo se queda fuera.

El Fenomeno honra una tradición “few-off” que comenzó formalmente con Reventón y siguió con Sesto Elemento, Veneno, Centenario, Sián y Countach reinterpretado. No es casualidad que su nombre venga de un toro célebre lidiado en Morelia, México, en 2002 y perdonado por sus cualidades: la idea de potencia indomable que merece continuidad. Ese guiño cultural no es pose; es la forma en que Lamborghini recuerda que su diseño habla un idioma de instinto.
Queda la pregunta incómoda: ¿29 unidades para vitrinas o un laboratorio que de verdad contamina (para bien) al resto del garaje? La respuesta más honesta es ambivalente. Sí, es una pieza de colección, pero también cristaliza métodos sensores 6D, lógica predictiva de chasis, fricción optimizada, desarrollo virtual de llanta que inevitablemente bajarán a autos menos “astronómicos”. Y ese es el punto: cuando la ingeniería es seria, el lujo deja de ser un adjetivo y se convierte en una forma de precisión.
