El F40 fue el último automóvil que se fabricó bajo la supervisión de Enzo Ferrari, pero los hipercoches posteriores como LaFerrari solo han consolidado el hecho de que la marca italiana siempre ha estado en la cima de su juego.
Si bien podría decirse que ahora está fabricando más automóviles, incluido su controvertido SUV, en el fondo Ferrari sigue siendo un fabricante de automóviles dedicado a fabricar grandes motores primero y luego automóviles. El V12, por ejemplo, ha sido una parte tan integral del ADN de Ferrari que, incluso con el implacable ataque de la electrificación, encontrará la forma de incluir este sistema de propulsión en sus futuros automóviles.
Ferrari también aborrece lo retro y no vuelve a visitar su pasado en términos de simplemente rehacer diseños antiguos, sino que evoca un poco de nostalgia con su serie especial “Icona”. Desafortunadamente, para nosotros, simples mortales, no puedes comprar uno de estos autos, ya que están reservados para los mejores clientes de Ferrari que normalmente coleccionan todos y cada uno de los lanzamientos. Los dos primeros autos de esta serie fueron el Monza SP1 y el SP2, mientras que la última incorporación es un poco menos extrema pero posiblemente más hermosa en forma de Daytona SP3.
El nombre se remonta a su ilustre herencia automovilística cuando, en 1967, Ferrari obtuvo los tres primeros lugares en las 24 Horas de Daytona. El nombre rinde homenaje a ese podio 1-2-3 y básicamente está sumergido en los mejores ingredientes que la gente de Maranello puede evocar. Un lienzo esbelto con motor central alberga un V12 de 6.5 litros que ha sido robado de un 812 Competizione y desarrolla 828 ponis rampantes, que tampoco se corrompen por ninguna forma de electrificación. El tiempo de 0 a 100 km/h es de apenas 2.85 segundos y te animarás a explorar ese sonoro motor de 12 cilindros mientras acelera a unas estratosféricas 9.500 rpm. Si bien no es tan asertivo como un SF90 o incluso el LaFerrari, la pregunta aquí no es la cantidad de gruñido que se ofrece, sino cómo se entrega.
Este es el motor más potente que jamás haya tenido un Ferrari y ofrece una banda sonora sensacional cuando se descorcha el V12. No se ofrece manual, pero el DCT de 7 velocidades es un compañero capaz que lo ayuda en medio de todo el drama que rodea a ese tren motriz épico. El Daytona SP3 no es descaradamente retro y también cuenta con los últimos trucos de Ferrari que le permiten a uno convertirse en un dios de la conducción sin hacer ninguna tontería. El borde afilado que debería tener cualquier hipercoche moderno de Ferrari está muy presente debajo de una apariencia de tecnología.
Tampoco prefiero desperdiciar mi teclado elogiando su impresionante aspecto porque el estilo se explica por sí solo, apareciendo como una obra de arte rodante. Está muy lleno del encanto de los autos de carrera de los años 60 con proporciones voluptuosas mezcladas con la mirada de acero de un hiperauto Ferrari moderno. También me arriesgo y diría que es uno de los Ferrari más hermosos de la historia y algunos detalles como la ubicación de los espejos en las puertas es algo similar a los autos de carrera de la vieja escuela, pero es simplemente hermoso. Al estilo típico de los hiperautos, también hay puertas de mariposa que lo vinculan con un linaje de Ferrari “especial” que incluye Enzo y LaFerrari.
La cabina es más sombría y recuerda a un auto de conductor serio que solo ofrece las necesidades básicas. Es mucho más lujoso que un corredor básico de Le Mans, aunque los asientos están atornillados directamente al chasis junto con la última interfaz Ferrari HMI.
Con solo 599 unidades fabricadas, el Dayton SP3 sería tan raro como un avistamiento de ovnis, a menos que vivas en Mónaco, pero independientemente de su exclusividad o incluso del precio de 3,9 millones de dólares, sigue siendo una celebración gloriosa del hipercoche analógico y, por eso, es debe ser recordado como uno de los mejores Ferrari de todos los tiempos junto con LaFerrari y el F40.
