El propósito del arte no es explicar lo que necesitamos aprender sobre la vida.
El arte es algo que construimos individualmente al experimentar una pieza y una obra que estimula nuestros sentidos para crear algo dentro de nosotros. Lotus & Drums es un nuevo proyecto del artista veracruzano Daniel Berman, quien ha dejado su huella en México y alrededor del mundo.
CAM Galería nos da la bienvenida con sus luces brillantes que inmediatamente atraen nuestra mirada hacia cada pared y cada rincón de la habitación. Son obras de color azul que llenan nuestra mirada con una serie de nudos de diferentes representaciones que una mirada aparentemente simple no puede nombrar. Berman ha hecho de cada pared de la galería una parte de su vida durante la pandemia; se abrió una serie de sensaciones inexplicables.
La metodología de Berman se caracteriza por mantener una dualidad entre conceptos y experiencias aparentemente divisivos, como el juego entre construcción y destrucción, o revelación y ocultamiento. En este contexto, Berman trata de conservar una esencia viva en su obra y logra transmitir la misma energía con la que fue creada. Por eso, cuando miras toda la obra, sientes su movimiento por su dinamismo y dinamismo.
A primera vista, el trabajo de Berman es tan interesante y complejo que automáticamente conduce a una palabra: movimiento. Mirando de cerca las combinaciones de personajes y colores de Daniel en sus proyectos, es fácil identificar ciertas referencias que no solo abren la puerta al mundo que Berman quería proyectar, sino que también nos recuerdan a las figuras y símbolos de Wild y Cave. Las paredes de la galería esconden un tesoro escondido: una instalación de varios lienzos y textiles en la que interviene Berman, incluyendo una pequeña pantalla donde podemos ver vídeos adicionales de la exposición. Este es un producto audiovisual donde podemos ver como el artista manipula y juega con sus obras; investigar tanto de su trabajo como sea posible.
Para Berman, el video se convirtió en un territorio nuevo e inexplorado que lo desafió y condujo a ejercicios de interpretación. Para ampliar la experiencia y la actividad creativa del artista, las obras requieren nuevas formas de conocer y vivir. El objetivo de su instalación es encontrar algo que se sienta vivo y en constante cambio. Todo en Writhes and Borborygmos parece jugar y moverse como si experimentara un nuevo ángulo cada vez que lo miras. En definitiva, la obra cambia y se transforma con cada mirada del espectador.
